Capitulo 8: El club de duelo

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En la clase de defensa contra las artes oscuras

El profesor Leopoldo se para frente a sus alumnos en la plataforma de duelo, "Tengo entendido sus anteriores profesores de esta asignatura no les han hecho practicar los hechizos que han aprendido, pues hoy los usarán como es debido" dice este. 

Los alumnos asientan entre murmullos, "Veamos, ¿Quiénes serán los primeros en empezar?" se pregunta el profesor mientras explora el grupo de alumnos con la mirada, entonces, Marlene aparece en su campo de visión. "Usted" dice señalándola.

Marlene se señala a si misma para asegurarse, el profesor Leopoldo asiente, "Suba" le indica este, Marlene sube a la plataforma, el profesor explora el aula con su mirada por segunda ocasión, en entonces Ángela aparece en su vista, "Y usted" esta mira al profesor y esta le indica subir.

(El escritor no quiere que me divierta) piensa Marlene mientras ve que Ángela se pone enfrente suyo. , ambas levantan su varita "¿Estás lista pulga?"  pregunta burlona "Cuando quieras" responde Marlene.

Ambas se ponen en extremos de la plataforma, y se preparan, "Recuerden, no se lastimen" les indica el profesor, "¿Listas?" Marlene y Ángela, se preparan "¡Ahora!" 

"¡Expelliarmus!" grita Marlene y lanza su hechizo, "¡Protego!" grita ahora Ángela y pone su hechizo.

El hechizo de Marlene impacta en la protección de Ángela sin hacerle daño a ella, "!Levioso!" conjura Ángela.

Marlene empieza a flotar en el aire "¿Qué haces? bájame" exclama Marlene, "Como quieras" responde Ángela y la suelta. Marlene cae de sentón en la plataforma.

Se levanta para continuar "¿Te rindes?" pregunta Ángela, "Eso quisieras" responde Marlene y prepara su varita "¡Flipendo!" grita ella.

El hechizo derriba a Ángela, dejándola tumbada y aturdida, pero dos segundos después se reincorpora, y las dos preparan un nuevo hechizo "¡Petrificus totalus!" gritan ambas.

Lo que no se esperaban, es que las dos son alcanzadas por el hechizo de la otra, por lo que tanto Marlene como Ángela quedan paralizadas.

"Creo que tenemos un empate" comenta el profesor   y mira a las alumnas que siguen petrificadas, "Finite incantatem" conjura este apuntando a las alumnas.

Marlene y Ángela recuperan su movilidad  "Buen trabajo señoritas, vuelvan a sus asientos" les dice el profesor.

Las dos se bajan de la plataforma de duelo, "La próxima vez no tendrás tanta suerte" amenaza Ángela, "Di lo que quieras" responde Marlene.

Mientras tanto en la casa de Marlene

Lynn y su hijo menor Walter están sentados en el sillón con un libro sobre preparación de pociones "Y así se prepara una poción para curar forúnculos" explica Lynn, "Oh increíble" comenta Walter, "Si, y tuve buenas notas en esta asignatura" responde Lynn

"Bah, yo podría preparar una de esas" dice Charles mientras corta vegetales, a lo que Lynn se ríe divertida "No amor, esto de hacer pociones es algo que no deberías intentar" le responde ella, "¿Por qué no?" pregunta Charles algo ofendido mientras agrega los vegetales a una olla, y voltea la carne que está en una sartén.

"Porque hacer pociones requiere un uso mínimo de magia, y como eres un muggle, no te saldría la poción, y aún si lo intentas, sólo te saldría un menjurje con un sabor muy desagradable, y si lo bebes morirías envenenado" explica Lynn, Charles traga saliva, "Cambie de opinión" 

Lynn suelta una risita mientras niega con la cabeza "Oye mamá, hay una cosa que olvide" dice Charles "¿Qué cosa?" "¿Qué es lo que obtendría si agrego polvo raíces de asfódelo a una infusión de ajenjo?" pregunta el chico, "Ah si, el asfódelo y el ajenjo forman una poción de sueño tan poderosa que se conoce como la pócima de los muertos vivientes" le explica su madre.

Marlene la hechicera Donde viven las historias. Descúbrelo ahora