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¿Que como termino cojiendo con el demonio prodijio Dazai Osamu, jefe de la Port mafia, su jefe, siendo este el sumiso y dejándose follar por el culo mientras gritaba su nombre?

Quien sabe.

¿Le importaba?

Para nada.

Disfrutaba viendo esos ojos, normalmente fríos, filosos y calculadores, llorar por todo el placer que inundaba su cuerpo. Como sus piernas temblaban con cada embestida. El sonido de sus huevos golpeando el culo del castaño. Su apariencia desordenada, sumisa. Y su desvergonzada boquita, roja por tantos besos, gritar su nombre entre gemidos mientras trataba de agarrar algo de aire para nutrir sus pulmones.

-¡¡Chu-chuuya!!- gritó con un gemido ahogado mientras el nombrado maltrataba su punto dulce sin descanso.

-¿Si... Osamu?-

El castaño estaba recostado de espalda a su escritorio, sin su pantalon y con las piernas sobre los hombros del pelirrojo, mientras este solo tenia sus pantalones bajados lo suficiente para darle duro a su jefe. Habían papeles tirados, consecuencia de cuando Dazai quiso agarrarse de algo cuando el placer se volvió abrumador.

-¡¡Es.... Es demasiado!!- su voz tembalaba, sus ojos estaban cerrados y con alguna que otra lagrimita de placer resbalando por sus mejillas.

-¿Es demasiado?- preguntó con burla -¿acaso quieres que me detenga?- disminuyó un poco la velocidad de sus embestidas, a lo que Dazai empezó a negar repetidas veces con la cabeza.

-¡¡No te detengas!! ¡Quiero más! ¡¡Más rápido!!- grito desesperado sintiendo como su orgasmo de alejaba cuando sintió a Chuuya bajar la velocidad. Debería de preocuparse por cambiar tan rápidos de decisión, pero ya que, el placer era más importante que su juicio.

El pelirrojo simplemente no pudo evitar la sonrisa de satisfacción al escuchar eso. Vio el miembro desatendido de Dazai, no lo había tocado ni una sola vez, estaba duro, necesitado de atención. Pero lo obligaría a eyacular sin tocarse, solo con la estimulacion en su próstata.

Por el contratio, él ya se había venido, lo habia hecho dentro cuando escuchó al castaño gritar "¡¡Adentro!! ¡Adentro, quiero más!! ¡Más de Chuuya!", pero igual no se había detenido, siguió golpeando con su punta ese lugarcito que hacia que su jefe perdiera la cabeza por el placer.

-Vamos, Osamu~ - susurro con la vos arrastrada y áspera mientras abría un poco más las piernas del castaño -quiero que te vengas para mi~ -

Y Dazai ya se hubiera tocado si fuera por él, pero Chuuya se lo tenía prohibido, si lo hacía, estaba amenazado con toda una semana sin sexo.

Los ojos azules no se despegaban del rostro del castaño, vio como un poco de alivio paso por su rostro cuando puso su mano sombre el miembro del castaño, pero sin moverla.

-¡Chuuya! ¡Po-por favor! ¡¡Lo necesito!!- gritó con desespero, el pelirrojo presionaba con su pulgar la cabeza del miembro, evitando que el orgamo saliera.

-¿Que necesitas... Osamu?-

-¡¡Quiero!! ¡Mhm! ¡¡Necesito correrme, Ah!! ¡Por favor, Chuuya! ¡¡Ya no aguanto más!! ¡¡¡Te.... te lo ruego!!!- su voz y sus gemidos ya no tenían diferencia, eran una sola melodía que solo los oídos del ejecutivo tenían el derecho de escuchar.

-Si quieres correrte.... será mejor que me mires a los ojos- sin bajar la velocidad, llevo su otra mano a la cara del castaño, agarrando entre su dedo meñique e índice las mejillas de Dazai, apretandolas hasta que abrió los ojos -eso es.... ¿ves que puedes ser un buen chico cuando te lo propones?-

Y si, Dazai podía comportarse bien cuando se le era conveniente, como por ejemplo, cuando debe de obedecer todas y cada una de las órdenes que le da Chuuya a la hora del sexo. Todo con el fin de obtener un orgasmo que lo deje tirado y temblando a más no poder.

-Escúcheme bien, boss... quiero que mantenga esos lindos ojos abiertos durante y después de todo mi orgasmo, se un buen chico ¿Si?-

Dazai solo asintio de manera desenfrenada sin poder formular palabra coherente.

Y así fue, Chuuya volvió su mano a la cintura del castaño para poder seguir dándole duro, mientras que el otro hacia una fuerza sobrehumana aguantando todo el extasis que recorría su cuerpo y tener los ojos abiertos.

Las embestidas se hicieron más salvajes, Chuuya solo buscaba su propio placer, moviendo sus caderas sin ritmo alguno.

Siendo en las últimas estocadas donde saco su dedo del miembro de contrario para agarrar con las dos manos su cintura y perderse en el placer. Por supuesto Dazai arqueo su espalda mientras eyaculaba y sentía el caliente semen de Chuuya ser largado una vez más en todo su interior.

Su gemido fue sordo, no había cerrado sus ojos. Los espasmos atacaron su cuerpo mientras todavía Chuuya no se detenía.

-¡¡CHUUYAH!!- gimió juntando todas las pocas fuerzas que le quedaban para no cerrar los ojos.

¿Y Chuuya?

El solo estaba disfrutando aquella sensación que le producía esos segundos de puro extasis, sentía que podía tocar el cielo con la punta de sus dedos, pero al mismo tiempo, podía sentir el fuego del infierno inundar su cuerpo por follarse a tal demonio.

La expresión de Osamu era simplemente indescriptible, ver sus ojitos cristalinos haciendo fuerza para no cerrarlos y no desobedecer su orden, sus labios abiertos en aquellos últimos gemidos y sus mejillas sonrojadas a más no poder.

Sentía los músculos de su agujero apretarlo de una manera tan exquisita y las piernas de este rodear su cintura por el mero impulso que le causaban los espasmos.

Aun dentro de aquella burbuja de extasis, Dazai seguía con sus ojos abiertos, solo para cumplir con el capricho de Chuuya de querer ver sus pupilas dilatarse ante el placer y luego volver a la normalidad mientras se relajaba.

No salio de el, se quedó ahí unos segundos mientras ambos intentaban relajar sus respiraciones.

-Estuviste maravilloso, Osamu....- susurro luego de pocos minutos, mientras se inclinaba sobre su cuerpo.

-Mm...- aguanto un gemido cuando sintió a Chuuya pasar su lengua por todo el largo de su cuello.

El pelirrojo siguió repartiendo besos sobre la piel desnuda, ya que a causa de todo el movimiento, los retazos de tela se había desajustado, y él no perdería la oportunidad que besar esa partecita sensible del castaño.

Sus besos siguieron suabes. Lentos. Todo para calmar un poco la situación.

Salió del interior de Dazai lentamente, mientras también se separaba de su cuerpo. Al terminar de salir, se quedó unos segundos embobado viendo como su semen salía del interior del castaño.

Era asquerosamente exitante ver esa escena. Con Dazai tendido sobre su escritorio, con toda la fachada de jefe dejada de lado, dejando lugar para mostrar a un Dazai totalmente sumiso que pedía a gritos ser fallado más rápido y fuerte. Simplemente era algo que solo él podía ver.

-¿Listo para la tercera ronda, cariño?- pregunto descarado mientras sus pupilas se dilataban y su voz tomaba un tono más ronco.

-¿Qu-

Dazai no pudo siquiera acabar una baga palabra de tres míseras letras.

Pero bueno ¿Quien podía culpar a Chuuya por no poder controlarse cuando tenía a ese maldito demonio todo sumiso para el solo?

Nadie.

Nadie podía decirle absolutamente nada.











































































Dejo por aquí algo cortito, lo siento, tengo muchas cosas de la escuela..

Roguemos por qué Wattpad no me lo elimine..

Bay bay~

°●~Boss~●° [Soukoku] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora