Amor imprevisto

ESTÚPIDA UNIVERSIDAD

María Fernanda

Creo que nunca en mi vida había pasado tanto estrés para hacer unos trámites - probablemente porque nunca los habías hecho - me dijo una vocecita en mi cabeza. Es que estoy casi 100% segura de que la mayoría de las personas decidieron inscribirse en la universidad el mismo día que yo, capaz y sea porque hasta ese día estaban abiertas las inscripciones, no es mi culpa dejarlo para el último momento, pensé que quedaba más tiempo.

Estoy sentada en una banca en la pequeña sala de espera del departamento de orientación de la universidad, que para ser una sala de espera es muy acogedora, pintada de un color níspero, adornada con cuadros que por lo que dicen en una esquina del lienzo son hechos por los estudiantes de artes, tiene un pequeño escritorio de color caoba, con una computadora y una silla de oficina, dónde esta sentada la secretaria del departamento.

__María Fernanda Noriega González - escuchar mi nombre me saca de mis pensamientos - ya puede pasar - me dice la secretaria, con una sonrisa amistosa, mientras se levanta para guiarme a la oficina de la psicóloga de la universidad.

Me guía por un pasillo que quedaba justo a un lado de su escritorio, me señala una puerta que esta abierta y que da a una especie de consultorio, del cual está saliendo una chica, que le calculo la misma edad que yo, tal vez sea un año mayor, de tez blanca, con el pelo castaño largo hasta más abajo de la cintura, con unos ojos de un marrón oscuro, es de estatura mas baja que yo, fue lo unico que pude observar de ella hasta ese momento, puesto que me pilló mientras la miraba, me sonrió y le devolví la sonrisa con la mayor vergüenza del mundo, ella paso por mi lado y yo entre al consultorio.

Escuché cuando la secretaria cerró la puerta detrás de mí.

__Tu eres María Fernanda, ¿No? - me dijo la psicóloga, con una sonrisa reconfortante, asentí y prosiguió - siéntate, esto no tardará mucho.

No lo voy a negar, esto me ponía muy nerviosa, desde hace un tiempo había querido ir al psicólogo por lo que sucedía en mi casa, pero una cosa es decirlo y otra cosa es hacerlo, se que esto no es una consulta como tal pero sigo estando nerviosa, así que inconscientemente empiezo a mover la pierna de arriba a abajo y morderme la uñas.

__Soy la doctora Olivier, mi nombre es Tamara, puedes llamarme como quieras - dice con una sonrisa en un intento obvio de relajarme.

__Está bien, Tamara - le devuelvo la sonrisa - ya sabes cómo me llamo pero prefiero que me digan Mafer.

__Está bien, Mafer. Esto no es nada del otro mundo, puedes estar tranquila, solo te haré un pequeño test psicológico para saber si necesitas venir a consulta o si quieres recibir ayuda.

Hay algo en su manera de hablar que hace que me relaje un poco y dejé de mover la pierna, ya pasé de morderme las uñas a solo aguantarme las manos - le sonrió y asiento.

__Okey, empezemos - saca de una gaveta lo que parece ser una planilla y la coloca al lado de una lapicero en el escritorio - te haré una serie de preguntas y me responderas, con un si o un no, ¿Está bien?

__Está bien - digo, tratando de que no se note el nerviosismo en mi voz.

Después de un rato terminan las preguntas, que me dejaron un poco descolocada, sobre todo la de quien era yo, ¿qué diablos podía responder?.

__Bueno Mafer, ya sabes lo que te dije, cuando empieces a clases podrás venir a consulta, si necesitas algo o te sucede algo, no dudes en venir - me entrega un papel y lo agarro - esto es para que sepan que ya pasaste por aquí.

__Está bien, muchas gracias, hasta luego - me despido con una sonrisa.

Al salir inhaló aire y exhaló, fue más rápido de lo que pensé y más difícil de cierta manera, pasó por la sala de espera donde la secretaria me dice que lleve el papel que me dió la psicóloga, junto con mis papeles al departamento de control de estudios para inscribirme, me dió una mini explicación de dónde quedaba el dichoso departamento y procedió a guiar a un chico al consultorio.