Pasados por agua

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Santiago repasaba el mostrador con un trapo empapado de producto desinfectante de la forma más sistemática de la que era capaz.

No había hablado con Pipe desde la última vez que lo vio, y simplemente había aceptado eso; toda su vida se había tratado de eso, dar explicaciones y ver como la gente se alejaba,porque no lo podía entender.
él no se quejaba de eso, solo sufría el rechazo y seguía adelante, aunque el de Felipe se sentía realmente mal, le había dolido en serio.

Cinco en punto de la tarde salió del trabajo y se encontró con Blas que pasaba a buscarlo.

-¿tomamos un café?-le preguntó mientras cruzaban la avenida

-vengo de una cafetería, Blas, no quiero sentir olor a café hasta mañana

-cierto, ¿birrita en la plaza?-preguntó abrazandolo por los hombros. tanto él como Esteban venían consolandolo, pero estaba difícil, nunca había estado tan decaído.

Llegaron a una plaza y se sentaron bajo un árbol a compartir una cerveza.
Blas estaba acostumbrado a notarlo distraído, pero nunca tanto, parecía nervioso y triste a la vez.

-entonces-le dijo esquivando su mirada, la tenía perdida en los árboles meciendose-¿qué pasa con Esteban?

-nada-le dijo él pensando en eso. desde que se habían besado en el ascensor ninguno había tocado el tema y actuaban como si eso no hubiese existido nunca-somos amigos

-pero te gusta

-y si-reconoció,por primera vez, apoyando su cabeza en el tronco-pero creo que yo a él no

-pero te besó

-estaba bajo presión, nada más, no lo tomó en serio

-¿como sabes?

-y porque no me dijo nada

-¿y vos que le dijiste a él?

La pregunta repercutió en su mente y se quedó allí rebotando durante toda la tarde, estaba tan pesimista que no se había dado cuenta de que él tampoco estaba haciendo nada al respecto.

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En otro lado de la ciudad, Esteban hablaba del tema con un gran amigo suyo a quién veía bastante poco.

Se habían juntado en un café para ponerse al día pero él no dejaba de hablar de Blas una y otra vez.

-entonces actua como si nada, no entiendo

-claro-le dijo su amigo que disolvia azúcar en su bebida. hacía rato que había dejado de escucharlo

-pero no entiendo, yo no beso a mis amigos porque si

-¿se lo dijiste?

-¿como voy a decirle eso?

-Esteban, a ver-le dijo apoyando sus codos sobre la mesa-tenés treinta y tres años, y él doce...

-¡tiene veinte!

-bueno igual, terrible asaltacunas sos. dicho eso, comportate como un hombre, no como un adolescente boludo que no entiende nada

-soy un adulto boludo que no entiende nada-dijo mirando como las primeras gotas de lluvia empezaban a caer sobre el pavimento

-el pibito te gusta ¿no?

-no sé

-¿no sabes?

-es hermoso, pero es mi amigo, si lo invito a salir arruino todo, mira si no me esta diciendo nada porque, efectivamente, para él no fue nada y yo acá haciendome la cabeza-dijo y al notar un largo silencio miró su amigo que lo miraba también-¿qué?

4to.B: 𝐛𝐥𝐚𝐬 𝐱 𝐞𝐬𝐭𝐞𝐛𝐚𝐧/𝐬𝐚𝐧𝐭𝐢 𝐱 𝐟𝐞𝐥𝐢𝐩𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora