Príncipe ( Chestappen ) TERMINADA

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PRINCIPE

ScarGTR

Chestappen

Ficción.
Historia corta.
Fanfic.

...

SERGIO

Me dolió como nunca abandonarlo.
Apenas lo había dejado, cuando llegue al barco y me heche a llorar.

La verdad es que si me hubieran amenazado con matarme no me hubiera importado en lo absoluto, hubiera dado mi vida con tal de estar con Max.
Pero las verdaderas amenazas no iban atentando en contra de mi vida, si no, de el amor de mi vida, Max.

No podía decir una palabra de esto, y tenía que alejarme de él e irnos del reino, o asesinarian a Max.

Lo mismo, amenazaron a Carlos con el príncipe Lando.

¿Por qué?, malditos.

Ahora nos íbamos de aquí.

Mientras pilotaba el barco solamente iba pensando en el hermoso príncipe de ojos azules... Mi Max, y en qué probablemente ya jamás estaríamos juntos de nuevo.

Ya no estábamos cerca.

Los días pasaron, las semanas y con ello los meses, y yo no supe nada de mi príncipe.

Joder, lo extrañaba cada día aún más, lloraba y lloraba recordando todo...
Sentado en aquel bar junto a Carlos.

Y cuando me lo robe.

Esa vez me dijo que sus padres no estaban en el castillo ni en el reino, estaban lejos tardarían días en volver, justamente yo tenía que zarpar en esas fechas y me lleve al príncipe Max conmigo.

Nadie sospecho, pues todos pensaban que el viajaba con sus padres, los reyes, cuando no era así.

Fue nuestra primer gran aventura, pasamos esos días sin separarnos, fuimos libres.

Caminábamos por las calles del otro reino tomados de las manos, como una pareja de novios normal, por así decirlo.

Besaba a Max en público, y no había problema, podía decirle lo tanto que lo amaba sin temor a que sus padres nos escucharán.

Fue cuando me volví suyo, y cuando lo hize mío, fuimos uno solo aquella noche.
El tacto de sus manos y su suave piel sigue corriendo por mi mente.

Y también,¿Cómo podría olvidar nuestro primer beso?

El día en que me arme de valor y lo bese fue mágico.

Estaba en mi embarcación, y el había ido por algún tipo de orden.
Ya sentía mi amor siendo correspondido, así que quise comprobarlo.

El ya se iba, así que corrí tras el hasta llegar a aquella colina donde tenía a su caballo. Estaba a punto de subirse, pero lo llame.

-¡Príncipe!- Y me acerque a el.

-¿Si, capitán Sergio?- Me miró y se sonrojo.

-Creo... Que... Creo que olvidamos algo.- Me acerque a el con nerviosismo.

-¿Ah si?, lo siento, capitán, ¿Que cos...- Y me arme de valor para unir nuestros labios en un beso.

Al principio se quedó quieto, pero mi sorpresa fue que al instante reaccionó tomándome del cuello y la nuca, pegándome más a él.