Harry

17 años de nuevo

Draco sostenía la mano de Harry mientras ambos caminaban rumbo al gran árbol del patio, tenían pensado pasar la tarde ahí, ya que a Harry no le apetecía ir a clases y Draco decidió cumplirle el capricho.

-Aún siendo un niño odias estudiar, Potter-dijo Draco con una sonrisa leve pero notoria en su rostro.

Harry lo escuchaba pero no respondía, estaba perdido en el abismo de los ojos de Draco esos ojos grises lo atraparon, aún siendo un niño de 6 años parecía entender el dolor y sufrimiento de su mirada, como anhelaban sus ojos encontrar a alguien que los escuchara, que viera a través de ellos y él siendo tan joven deseaba ser esa persona.

-Draco...puedes acercarte.-dijo Harry nervioso, evitando mirar esos ojos que eran su perdición.

Draco noto que evitaba mirarlo, pero le restó importancia suponía que era algo normal en los niños de esa edad, así que no dudo en acercarse, cuando quedaron frente a frente lo único que separaba sus labios era una corta distancia.

-Perdón por lo que haré...-dijo Harry antes de unir sus labios en un torpe beso que no duró más que unos 5-8 segundos, pero para Harry fueron horas.

Al separarse levemente Draco lo miró sorprendido, pero de repente la vista de ambos se nubló porque un humo violeta apareció...después de unos minutos el humo fue desapareciendo dejando verse entre ambos, pero Draco quedó en shock al ver a Harry.

-¿Qué pasa?-Pregunto torpemente un Harry de 17 años que tenía un leve tono carmesí en sus mejillas, que apenas hizo esa pregunta agachó la mirada.

Draco no podía creer que no se diera cuenta, este chico no importa la edad es un idiota, pensó.

-Potter, ¿no notas nada diferente?-respondió con otra pregunta.

Harry levantó la mirada y lo miró curioso, apenas lo miró notó como él estaba más alto que Draco...bajo su mirada a sus manos y se tocó la cara.

-Soy yo...soy yo de nuevo.-dijo Harry emocionado, para levantarse y dar un pequeño salto de victoria.

Draco lo miró y no pudo evitar reír, aún teniendo 17 años parecía un niño, pensó.

-Sisisi, eres tú, pero ¿cómo pasó esto?...digo los profesores dijeron que no serías tú por meses.-dijo Draco.

-Creo que fue...por...tú ya sabes.-dijo algo avergonzado Harry.

Draco asintió ya que entendía a lo que se refería.

-On que fuera por el beso...en los libros más antiguos dice que solo un beso de tu destino puede vencer cualquier maldición, poción o hechizo...-dijo un Draco pensativo, como si no le hubiera generado nada el beso, pero realmente sentía de todo por dentro y Harry parecía notarlo por alguna extraña razón.

-Tal ves tú y yo seamos destinos.-dijo bromeando Harry.

Draco lo miró dudoso como si realmente estuviera pensando en esta posibilidad, Harry no podía creer que lo estuviera pensando siquiera.

-Date vuelta y levanta ese nido de pájaros y déjame ver la parte de atrás de tu cuello.-dijo Draco firmemente mientras se levantaba, Harry rápidamente hizo lo que le dijo sin dudarlo.

Draco se acercó y miró atrás de su cuello y vio que en el medio decía "Draco Malfoy" al leer estas dos palabras retrocedió, Harry lo notó al instante y no dudó en girar y mirarlo.

-¿Qué pasó?...acaso encontraste una rata- dijo divertido, pero al notar la mirada fría de Draco se dio cuenta que no era momento para bromas.

-Potter, mira atrás de mi cuello.-ordenó Draco poniéndose de espaldas levantándose el pelo de la nuca.

Harry no lo pensó mucho y se acercó, la mirada de Harry al leer lo que decía en el medio del cuello de Draco era indescriptible.

-!Porque carajos tienes mi nombre escrito hay Draco?-pregunto gritando.

-Cálmate potter, lo que diré me da asco decirlo...pero...somos destinantions.-dijo Draco diciendo la última palabra en francés.

Harry lo entendió al instante y quedó en shock.

Continuará....

Parte 1/2