: 𝘽𝙖𝙡𝙖𝙨 𝙙𝙚 𝙖𝙢𝙤𝙧 🔥🐎𓂃❝c͟h͟a͟r͟r͟l͟e͟o͟❞ (13+)

placer

Puebla de los Ángeles. México

El menor San Juan caminaba por las obscuras calles de su cuidad, con la responsabilidad de entregar los pedidos de pan, su corazón se aceleraba y el miedo se hacía más grande, al llegar a una esquina este se notaba confundido mientras miraba el papel con la dirección y miraba la callé.

-¿Calle Zaragoza...? Número 24- susurraba con angustia mientras miraba los números de las calles, hasta que un sonido peculiar lo distrajo.

Aquel ruido de unas espuelas golpeando el pavimentado resonaba por las calles asustando y alertando a leo. Hasta que una sombra de un hombre fornido y alto vestido del traje tradicional, aparecía atrás de leo. Mientras que leo simplemente estaba confundido

"malditas necesidades humanas..."

Aquella sombra aventaba bruscamente a leo contra una pared, agarrándolo por el cuello acercándose demaciado, haciendo una escena muy incómoda para cualquiera.
-ah!- leo resoplaba con fatiga al ser apretado por aquel hombre, su corazón se aceleraba mucho más y el aire era inestable en el momento.

De repente despertaba, el aire le faltaba y lo peor que su hermano Nando que se había levantado por sus gritos lo veía con una cara de "¿que te fumaste?"

-¿que traes ahora?- cuestionó Nando poniendo de la pañoleta en la cabeza mientras lo seguía viendo mal.
Leo que apenas y podía controlar su respiración, mirando a la pared fijamente ignorando a su hermano. -nada- respondió de un suspiró cansado.

Hasta que un fuerte dolor agudo en la palma de la mano de leo apareció, este se retorcía un poco viendo su mano, Observando algunas venas obscuras creciendo rápidamente por su mano.

-Ay no... ¡No, no, no!- se levantaba rápidamente corriendo hacia el baño su hermanó Nando lo miraba confundido.
Leo estaba demaciado asustado, sus manos temblaban y sentía esa ganas de llorar, aguantando soltando algunos pequeños jadeos.
-¿leo estás bien?- preguntaba Nando preocupándose por su hermano menor.
-¡nando lárgate!- contesto con una voz quebrada e chillona mientras se intentaba calmar así mismo, un "pequeño" ataque de pánico y terror lo atacaba.

Pero aquel dolor cambia rápidamente a placer? Sus pezones y parte de su abdomen se estaba calentando tal como si alguien los estuviera manipulando, haciendo que leo se retorciera un poco al sentir el tacto tan raro para el. Estaba confundido ¿dolor y placer? Hasta qué su pequeño pene se paraba poniéndose demaciado sensible hacia cualquier tacto, leo estaba completamente sonrojado al ver su cuerpo reaccionar de forma tan rara de la nada.
-leo?-

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Quedó cortita.
Revive Samy
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