«Amanda»
Le cuento todo lo que pasó con Ewan, que me seguían en verano, que me llegaban fotos mías con frases a mi correo y demás. Pero sobre todo que Ewan era mi acosador.
Stuart no dejó de abrazarme, cosa que me extrañó y me sorprendió a partes iguales, pues él no me conoce de nada, yo a él sí, pero él a mí no. Que yo sepa.
Pero de pronto me pregunta algo que me calienta y me enfría la sangre a partes iguales.-¿Quieres quedarte a dormir en mi casa?-Dios, como iba a negarme a esa propuesta pero, ¿y si quería que me quedara con él para acostarse conmigo? No pude aguantarme esa pregunta así que decidí ponerle una condición.
- Claro- Puso una sonrisa perversa, como la de un cazador cuando tiene a tiro a su presa, pero ahora se intercambiaban los roles...- Pero con una pequeña condición, no harás nada sin mi consentimiento- Su sonrisa flaqueó un poco, pero al final dijo:
-Claro, conejita - Un escalofrío me recorrió la espalda cuando me llamó conejita.
Le mandé un mensaje a mi madre de que dormiría en casa de una amiga y, como extrañamente las clases empezaron hoy, viernes y mañana es sábado, me dejó sin siquiera preguntar con quién me quedaba.
Cuándo le comenté a Stuart que tenía permiso, me levantó a volandas en sus brazos, acción que me hizo pegar un pequeño gritito de sorpresa.
Si soy sincera no entiendo porque se está comportando así conmigo, y más cuando apenas me conoce, creo.
Me lleva en sus brazos hasta el coche, pese a haberle dicho que podía caminar yo solita.Conduce hasta su casa mientras estamos sumidos en un silencio cómodo, cada uno con sus pensamientos y sus fantasías.
Nos detenemos delante de una...
No, espera. ¡Estoy delante de una puta mansión!-¿¡Esta es tu casa, Stuart?!- chillo emocionada, Stuart se ríe mientras se voltea a verme.
-Si conejita, está es mi casa- Tras dejarme pasmada afirmando que esa es su casa baja del coche y lo rodea para abrir mi puerta, solo se lo permito porque estoy demasiado impresionada como para negarle nada.
Me bajo del coche con las piernas vueltas gelatina y miro alrededor, esta calle se me hace muy familiar.
-No puede ser- pienso mientras vuelvo a mirar esa mansión, me muevo un poco a la derecha y ¡Bingo! la suerte esta de mi lado hoy (Noten mi sarcasmo) detrás de esta mansión esta mi humilde y pequeña casa, comparada con la de Stuart claro.
-Justo detrás, mira tu que suerte- se burla mi perra consciencia de mí, le saco el dedo de en medio en mi mente y comienzo a caminar hacia mi demonio, que es tan inteligente que se disfraza de ángel para ocultar su maldad-Como tú para olvidar tu pasado- Me susurra mi conciencia con tristeza, me remuevo incomoda cuando recuerdos del pasado invaden mi mente.
«Flashback»
«Comienzo a correr escaleras arriba, me meto en mi escondite, en el armario con cerradura que mamá me enseño a usar con 7 años por si él volvía a intentarlo otra vez y han pasado 2 años desde aquello de lo que mamá me sacó a tiempo, antes de que llegaran sus amigos.
No quiero que me encuentre, no quiero que me haga más daño pienso mientras oigo sus pasos al subir las escaleras, las cuales crujen bajo su peso, un escalofrío recorre mi pequeña espalda cuando oigo su voz.
-Amanda, anda, ven con papá, mis amigos solo quieren verte hija, no te van a tocar- Su tono es amigable, pero no me va a engañar, no otra vez- AMANDA, VEN YA- Comienza a gritar, me tapo la boca para ahogar mis sollozos, las lágrimas caen por mis mejillas sin control , mis pensamientos me traen los recuerdos de aquella noche hace dos años. Papá me sacó de mi habitación con una sonrisa en la cara, yo no entendía porque me llevó al sótano, donde me puso un grillete en el tobillo, yo no sabía lo que estaba pasando, pero creía que mi papá nunca haría nada malo conmigo. Sonó su teléfono y respondió, no me acuerdo con quien estaba hablando o que decían, pero al poco de terminar esa llamada tres hombres bajaron las escaleras del sótano con una mirada y una sonrisa siniestra y perversa, se acercaron y tras hacer un asentimiento de cabezas con mi padre comenzaron a golpearme, uno sacó una navaja y me hizo un corte justo a la altura de mi pecho, chillaba y pataleaba sin entender porque me hacian daño. Entonces mi mamá entró hecha una furia le gritó algo que no pude entender vino hacia mí, que estaba hecha una bolita en el suelo mientras lloraba, me quitó el grillete, me cargó en sus brazos y me sacó de allí, me desmaye del dolor y no recuerdo nada más.
Ahora mamá no estaba aquí, estaba en la casa de al lado, así que no podría venir a ayudarme, tenia que salir de esta casa por mi cuenta. Ya dejando de llorar escuché como sus pasos se alejaban de mí, así que salí corriendo del armario, bajé las escaleras rápidamente mientras escuchaba como se había dado cuenta de que estaba huyendo, mientras él gritaba como un psicópata, salí corriendo por la puerta de esa casa a la que en su momento pude llamar hogar y fuí a buscar a mi madre, le conté lo que había intentado volver a hacer y me metió en su coche para irnos y no volver a ver jamás a ese hombre que nunca mereció que lo llamase papá, porque nunca lo fué »
«Fin del flashback»
Sacudo la cabeza para ahuyentar esos recuerdos mientras me llevaba una mano a la altura de mi cicatriz, debajo de mi pecho derecho, y centrarme en el adonis que tengo delante, me ofrece su mano, la cual acepto sin dudar y entramos a su casa.
- Esto es lujo, lo demás son tonterías- Pienso mientras observo el suelo de mármol pulido, los cuadros con marcos de lo que seguramente sería oro puro, los sofás de cuero blanco impoluto y la pantalla enorme con incrustaciones de piedras preciosas en sus bordes.
-Esto es, guau, no tengo palabras para describirlo- Le digo con toda sinceridad y sin un ápice de vergüenza, el solo se ríe y comienza a subir unas espectaculares escaleras mientras yo lo sigo cual perro a su amo.
Él abre una puerta y entramos a lo que supongo que es su habitación, tiene unos enorme ventanales, una cama enorme, un escritorio blanco muy extenso lleno de ¿libros?, me extraña que él lea, porque más de una vez ha dicho abiertamente a todo el mundo que odiaba leer, pero lo que más llamó mi atención fue una guitarra que había en una esquina, con una colección de púas de todos los colores, menos el negro.
Por curiosear las vistas me asome a los ventanales y mire. Casi se me cae la boca al suelo, esa ventana daba justo con las de mi habitación, ventana por la cual podría haberme visto cambiarme de ropa y hacer otras cosa.
-Que vergüenza- no sabia donde meterme, tenia las mejillas al rojo vivo, pero entonces me acordé que hasta hace poco yo era invisible para él, así que no tenía sentido que me observara, ¿o si?
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Holaa, os está gustando el libro??
¿Cómo creéis que se va a comportar Stuart?
Decirme vuestras teorías en los comentarios.Si sois team Stuart poner 💙
Si sois team Amanda poner ❤️
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El Idiota de mi Crush
RomanceStuart Miller, de último curso de secundaria, un badboy en el sentido literal de la palabra. Es hermoso, inteligente, egoísta, egocéntrico, idiota... Pero sobre todo eso destaca en una palabra "mujeriego" Amanda White, de penúltimo curso de secundar...