Todo estaba bien, tenía mi vida perfecta, sin complicaciones ni problemas. Pero nada dura para siempre, ahora estoy preparándome para conocer a mi futuro esposo.
- Te casarás con el futuro Pakhan de la mafia rusa-
Con esa frase empezó mi calvario. Pero déjame y te cuento cómo paso todo.
Hago parte de la mafia italiana, soy una "princesa" de esta, mi padre es uno de los capos del Don.
La mafia italiana y la mafia rusa han estado en guerra por más de dos décadas, y justo ahora empezaron a hacer las paces, pero ¿Qué se necesita para eso?, según el Don un matrimonio, y mi padre ofreció a su única hija para eso, en pocas palabras a mí.
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Han pasado dos semanas desde que mi padre me dio la "emocionante" noticia y me encuentro en mi habitación arreglando me para conocer a mi futuro esposo.
- Mira el lado bueno, vas a ser millonaria - me dice la peli negra que tengo al lado
- A mi no me interesa eso, Isa- le digo un poco cansada de la conversación, la oigo suspirar pesadamente.
Reviso el escote de mi vestido negro, no me gusta la ropa ajustada, odio la atención que recibo cuando la uso.
- Este vestido te queda espectacular- me dice Isabella Greco, mi mejor amiga e hija del consejero del Don- sonríe aunque sea un poco, dicen las malas lenguas que tú futuro esposo es una belleza- ruedo los ojos- mírate
Me doy la vuelta y reparo mi reflejo, soy consciente de que no paso desapercibida, tengo 1.70 de estatura, mi pies es morena y mi cabello es rizado y largo, tengo ojos grandes y oscuros, labios carnosos que ahora se encuentran pintados de rojo. Mis piernas son torneadas gracias a el gimnasio, mis caderas anchas y mi abdomen plano.
- No me veo mal- y no miento.
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Llegamos a la discoteca donde conoceré a mi futuro esposo, no negaré el hecho de que estoy muy nerviosa.
Miro de un lado al otro h no veo nada extraños, las luces son tenues y de colores rosas y azules, y hay una bola disco en todo el centro.
- Quita esa cara de espanto, asustaras a nuestro futuro socio- la voz del señor Rossi es gruesa y serena, y eso la asé escalofriante
- Disculpeme señor Rossi, pero no es usted quien acaba de ser vendida a la mafia más peligrosa que hay- lo digo de la forma más tranquila que puedo.
Lo veo contener una sonrisa- Espero que su carácter no le traiga problemas con su pareja- mira asia una esquina del lugar, para luego hacer un acentimiento de cabeza- sonríe que hay bien.
Siento que empiezo a sudar frío, y los nervios amenazan con aserme temblar.
- Señor Rossi- Escuchó esa voz que me deja muda, gruesa y varonil.
Joder.
- Joven Koslov, un placer- veo la sonrisa socarrona que aparece en el rostro del señor Rossi - le presento a la joven Alessia Moretti- me giro detallado su rostro, y ...
Joder, joder .
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