capítulo I

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-¿Qué... ¡qué demonios pasó?!- su garganta dolía, trató de levantarse y digo trató por que unos tentáculos comenzaron a trepar y enredar su cuerpo ¿en qué momento quedó desnudo?

-Pensé que anoche había callado tu molesta voz... al parecer aun tienes ánimos de gritar pequeño rey...- esa voz, ¡Alastor! El demonio de la radio lo tenía atrapado y él no recordaba bien la razón. -Pequeño omega, no tienes control, estás lleno y aún así pides más y más, estas rebosante de mi esencia y tienes el descaro de gritar-

Alastor había entrado en su sensible agujero, no entendía del todo sus palabras pero pronto se le mostraría, con sus tentáculos levanto el pequeño cuerpo del omega e hizo que su espalda quedara frente a él y solo ahí Lucifer entendió, su antes plano vientre lucía abultado.

-Al... ¿Alastor? Ah...-

-Dime, pequeño rey- comenzó a penetrarlo de manera lenta y dando en su punto dulce. Los tentáculos lo mantenían quieto en su lugar soportando los embates, gimoteos salían de su boca hasta que un tentáculo llegó a ella y se introdujo dentro.

-Mhg... mhg... mhg...ah...- el tentáculo le cortaba la respiración por momentos, se sentía tan bien que no le importaba el como terminó en esta situación, solo quería seguir y seguir montando esa polla hasta desfallecer, más tentáculos tomaron sus manos y las aprisionaron tras la cabeza del demonio de la radio, se sentía turbado y muy liviano, ese demonio sabía joder.

-¿Se siente bien pequeño rey? O el wendigo le comió la lengua...-  Alastor lamia el cuello frente suyo y sus tentáculos sacaban la lengua bífida del gobernante para tirar de ella y que la saliva escurriera de su boca,

-Ahhh... Cállate Alastor... Ah...- no lo admitiría en voz alta que el jodido demonio sabía moverse mejor de lo que pensó.

-¿Callarme? Mi señor, el único ruidoso aquí, es usted-  Dejó todo su miembro dentro y paró sus embates obteniendo un gemido lastimero de queja, el soberano del infierno recordaría para toda la eternidad quien lo hizo morder la almohada y gemir como puta barata toda la jodida noche. Él, el demonio más poderoso después de su majestad, él le dio el placer más grande al pequeño y jodon omega.

Lucifer no rogaba por más, siempre y cuando su omega no tomara el control, y no empezaría hoy, no con este engreído demonio sacado de quien sabe donde. No señor, él no rogaría por un orgasmo, lo puede obtener todo con un chasquido de dedos.

-Si no piensas hacerme terminar, buscaré quien lo haga- comenzó a removerse para alejarse de su amante y un gruñido se escuchó a sus espaldas, por un breve momento sintió temor, ese gruñido hizo que su espalda se erizara y no del modo que él goza, no.

-¿Qué acabas de decir jodido omega?- Su voz sonaba más grave y baja, parecía molesta y arrastraba las palabras.

-Jodete Alastor- gracias a que lo tentáculos habían desaparecido, logró bajar su manos y apoyarlas en la cama al igual que sus piernas, estando en esa postura le sería más fácil hacer que Alastor saliera de su cuerpo. No contó con sentir la mano con garras del mencionado presionar su cabeza hasta enterrarla en la almohada.

-Qué... qué... oh... ah...- Giró su cabeza para no ahogarse, mirando las astas del demonio tras suyo crecer y crecer sobre su cabeza, la mano que sustenia su cadera dolía por las garras que comenzaban a salir de ellas, encajando en su blanca piel y sacando hilos dorados.

-Nadie más que yo, podrá joder tu culo, entiende mi señor...- Enfatizaba cada palabra con una gloriosa embestida. -Eres mío...- Decía en su oído dejando su aliento caliente. Lucifer sentía el orgasmo crecer a pasos agigantados dentro de si, se sentía un puberto probando los goces carnales por primera vez y Alastor comenzaba a sentir su miembro siendo cada vez más y más apretado, sabía que el omega estaba a nada de correrse con su polla, de nuevo.

-¡Jodido infierno! ¡Sigue, sigue!- Lucifer quería tener su preciado orgasmo y Alastor no se lo negaría, daba embates duros y precisos con el único fin de dar de lleno en el punto dulce que su alteza.

La sangre dulzona danzaba en sus fosas nasales, invitándolo a probar el pecado puro, y no se negó, simplemente abrió su mandíbula y los colmillos de alfa sobresalieron y se encajaron en la glándula del omega, dándole su esperado orgasmo y tomando el nudo en su interior, Alastor seguía penetrando y gozando el anudar al pequeñejo, Lucifer estaba sobre estimulado y de sus ojos corrían gruesas lágrimas de dolor y placer combinados. Alastor retiró sus colmillos y comenzó a lamer y chupar la sangre dorada, sabía a gloria, ahora solo esperaría a que su nudo baje y dejar descansar al pequeño rey.

-Tú... tú me has marcado, Alastor, ¡estamos enlazados!- Regresaba la cordura al gobernante y el miedo se apoderaba del él

-Ya lo sé, solo recuéstate y cállate por un momento.- Alastor los recostaba de cucharita para esperar y estar cómodos mientras sus ojos se cerraban.

Sabia lo que hacía desde el inicio, y su plan terminó en un rotundo éxito...

Créditos de la imagen a @FanartV_Sallart en X

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⏰ Última actualización: Mar 31 ⏰

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