Eros

309 20 6
                                    

Advertencias: Esta historia es para un reto de escritura de los Escritores inefables que estoy haciendo para conseguirnos más publicidad, perdón a todos los lectores de Sin City... ya que es un extracto de esta *Guiño, guiño, codazo, codazo* a los nuevos.

Disclaimer: blablablá, Neil, no seas capullo que tú nos diste permiso para escribir fanfiction.

Premisa: Eros, A llega donde vive B y escucha sus gemidos viniendo de la habitación. El terrible pensamiento de que esté con alguien más se convierte en sorpresa cuando descubre a B masturbándose.

"Aziraphale" sale del cine con la espalda recta, las manos a la espalda, la barbilla en alto e intentando doblar las rodillas pensando en sí debería ir a jugar a... comosellame eso qué ha dicho.

Canasta.

Whatever. O sea, sería raro no ir si es a lo que el ángel siempre va, no quiere levantar sospechas de que está tomando su identidad, pero ni siquiera está muy seguro de dónde demonios tiene que ir ni a qué se supone que tiene que jugar. No cree que sea algo de deporte, la verdad. Pero luego a saber...

Aunque seguro era uno de esos juegos de señoritingos... y no baloncesto como se está imaginando. Esto sería más fácil si el ángel utilizara su bloody teléfono. Podría mirar los itinerarios habituales.

Aunque a lo mejor en su librería había alguna... pintura rupestre que indicara algo. No puede creer que tenga que ir ANDANDO así hasta ahí.

Puedes ir en autobús.

¡No va a ir en autobús! Si hay lo mismo de aquí a la parada que de aquí a la librería.

Así va él, en autobús a todos lados. Son cómodos y luego conoce gente.

Oooooooojos en blanco, hasta se echa un poco hacia atrás.

¡No seas dramas! Pero pues vale, ¡camina!

Hace gestos de latigazos con ese "¡camina!"

Más de una persona le saluda en la calle sonriendo, aunque esto ya le había pasado desde la vez pasada que se intercambiaron de cuerpo.

Devuelve sonrisas forzadas a la gente que le saluda.

La tienda te espera con gusto... aunque tienes que abrirla con llaves.

Ni siquiera se detiene a pensar que... habrá unas llaves.

¡No hagas milagros insulsos!

¡Entrar a la librería no es insulso!

¡Sí lo es cuando hay llaves con las que entrar!

Ni siquiera lo ha pensado. Mira alrededor en la librería porque... ha estado aquí muchas veces, pero nunca había estado aquí solo.

A excepción del día en que estuvo en llamas.

¡Ese día no era la librería!

No, no lo era. Es verdad. De hecho, en esta ocasión es mucho más feliz con tu presencia. Aunque a la primera que abras un libro sin guantes...

La verdad, cerrar la puerta y poder dejar de estar en postura como si llevara un palo en el culo le hace sonreír y relajarse, quitándose el abrigo. Música, eso es lo primero.

¡No trae un palo en el culo!

A lo mejor le iría bien ponérselo y se le relajaría un poco el cuerpo.

Mejor no un palo, pero vale, hay un gramófono en el rincón.

A lo mejor debería pasar del juego de mierda e intentar eso.

ErosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora