El brillo en los ojos de takemichi se hace cada vez más muerto para el gusto de Hina
Y en el momento en el que vio a takemichi llenos de moretones hasta quedar al borde de la misma muerte se da cuenta que ya no piensa soltar a takemichi nunca más.
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Hago todo lo que puedo para que los capítulos sean largos y que tengan sentido.
Pondré cosas que me salen en Twitter xd
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Takemichi tuvo la pequeña y poca esperanza en que almenos pudiera disfrutarlo un poco más, quien sabe, talvez incluso si volvía a esa gran parque tuviera la oportunidad de encontrarse con un dulce unicornio y jugar con él o talvez encontrarse con un mago todo poderoso y mostrarle trucos simples pero que ain así le sacarían unas carcajadas y risas. Era una simple fantasía de niños, un adulto en el frágil cuerpo de un niño creado a base de ya ahora lágrimas.
Sabía que era falso - murmuró aún herido.
Mirando cómo la foto de sus padres se quemaba por el fuego, fotos, ropa, recuerdos y con ellos las calidas pero vacías palabras que le dijo su madre "todos siendo quemados por sus dos amigas quienes consolaron innecesariamente a Takemichi. Hina miraba el fuego incrementarse mientras Emma regresaba adentro de la casa aún temblorosa de lo que acababan de el delito que acaban de hacer, mientras que el único niño en el lugar ocultaba sus manos magulladas, teniendo que inconscientemente morderse la lengua para evitar dejar escapar quejidos de dolor al sentir el ardor y la palpitacion en sus palmas.
Esto fue innecesario, Hina - dijo Takemichi con voz débil.
Sí, pero es mejor que ver cosas que te recuerdan a ellos ¿no? - respondió Hina encogiéndose de hombros.
Takemichi apretó sus manos incómodamente mientras que se acercaba al fuego con un extintor listo para apagarlo, entrecerrando los ojos al sentir las fuertes llamas cerca de su cara. Takemichi sintió que debió preguntar antes al ver cómo las dos sacaban las cosas, sintió que debió preocuparse al ver la gasolina y los cerillos en las manos de Emma o al menos se supone que debería estar enojado, pero en cambio no lo estaba. ¿Sus vecinos no llamarían a emergencia al ver esto? ¿De dónde fue que sacaron la gasolina y los cerillo? Se preguntó. Ni siquiera sintió tristeza al ver cómo empezaron a quemar todo y de todos modos, si estuviera triste,solo tiene que hacer en lo que es bueno.
Ponerte a llorar como el bebé inútil que eres.
Takemichi miró por última vez las últimas llamas siendo extinguidas, quemando la última prenda, una capa pequeña y rojita, ahora siendo consumida convirtiendo el rojo en un oscuro color. Se preguntó si sus padres estarían orgullosos de él, si lo perdonarían por lo que había hecho, si lo volvería a ver en algún sueño.
No hiciste absolutamente nada para detenerlas, cobarde lloron.
El humo se disipó y el silencio se hizo presente. Sus amigas lo abrazaron, hina le susurro que todo estaría bien, que logro escapar y vivirá, emma le dijo que podían empezar una nueva vida. Takemichi no les creyó, pero tampoco les contradijo. Solo se dejó llevar, como un muñeco sin voluntad.
En el fondo de su mente, una voz le susurraba que nada de esto tenía sentido, había algo que no recordaba. Era la voz de su otro yo, el que había viajado en el tiempo, el que había intentado cambiar el destino. El que había fracasado.
