Parte 1 Sin Título

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En un caso hipotético saldría de la isla, hipotéticamente se escondería en un lugar remoto donde nadie en su sano juicio -y de milagro- lo reconocería, aunque seamos sinceros ¿Quién no conoce a Karnak Reed?

Después de todo el caos que sembró en Los Santos todos mínimo una vez escucharon su nombre en un noticiero. No era opción volver a Francia, ni cerca, tal vez pudo huir a México, pero con lo complicado que fue adaptarse al inglés para ahora hablar español tampoco era factible, pero estábamos hablando de casos hipotéticos.

Ahora mismo se encontraba tirado en el suelo de un cuarto pequeño al cual Black lo llevó, desahuciado, sin dinero, sin poder y sin la única persona que lo entendía. Se estaba muriendo según Luna, cualquier cosa que lo exaltara podía acabar con su vida, aunque en esos momentos en su cabeza no sonaba mal la idea, total, ya no le quedaba nada en ese lugar. Miraba el techo lleno de manchas negras, las cuales le daba asco, estaba perdido. En eso su secuas abrió la puerta empujándola y dejo varias bolsas de plástico a su lado.

- Cámbiate, nos vamos de aquí- le tiró una camisa limpia- Conseguí una casa en Canadá donde te podrás esconder un tiempo.

- ¿Qué? - fue lo único que atinó a decir. Se sentó con dificultad, la herida que llevaba en todo su pecho tras la explosión lo había dejado muy herido.

- No hay tiempo, nos vamos en la noche para que haya menos puntos de mira

Y sin más volvió a salir por esa vieja puerta chirriante dejándolo con muchas preguntas y sin ninguna respuesta. Tomó una de las bolsas para inspeccionarlas, había comida enlatada, vendas y medicamentos para varios días y ahí se dio cuenta de que lo decía en serio. No estaba listo aun para despedirse de la ciudad... O más bien de alguien.

No tenía teléfono que sirviera del todo bien y aparte no tenía el numero de su princesita, tampoco sabría que decirle, tal vez darle una explicación, pero ¿De qué? No lo sabe, solo quería escuchar su voz una última vez, pero tristemente no podría.

Estaba perdido en todos los sentidos en los que se podía encontrar una persona. No podía moverse bien, pero a lo lejos vio una mesa con una libreta y la idea fue clara, si no podía despedirse en persona mínimo se despediría con letras. Se arrastró para llegar a aquel mueble y tomar el papel.

Pasaron los minutos ¿Horas? Quien sabe, había perdido la noción del tiempo en los días que había estado en ese cuchitril. El punto era que había mordido tanto la pluma que la marca de sus dientes era notoria, pero aún no había nada escrito. Expresarse en cualquier modo era muy complicado para alguien como él.

De pronto la puerta se abrió de golpe. Chirrió como siempre, a lo que tapó el bolígrafo y escondió la evidencia de su vulnerabilidad.

- ¿Qué haces ahí? - dice Black sorprendida de verlo sentado tan lejos de donde estaba.

- Nada, quería moverme un poco, me dolía la espalda.

- Vuelvo a preguntar ¿Qué hacías en serio? - volvió a insistir y sabia la razón, ella no lo conocía del todo, pero si lo suficiente como para pensar que haría algo estúpido.

Bufó y saco la libreta y la abrió donde estaba la pluma,

- Me debo despedir de alguien quien sé que no voy a volver a ver en mi vida, pero nada sale.

- Eso es un poco egoísta incluso para mi ¿no crees?

- No es la primera vez que me lo dicen- destapó el boli con la boca, aun no tenía idea de cómo iniciar, pero algo tenía que poner para despedirse de su princesa si a eso se le podía llamar un adiós.

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⏰ Última actualización: Apr 19 ⏰

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