Parte Única.

511 37 46
                                    

"¿Es una broma?"

La voz del Musso resonó en la cocina cuando vio el pequeño desorden, su mayordomo con la cara un poco manchada de crema de pastel.

"L-Lo siento, Santiago me mancho."

Respondió apenado, pero firme.

Marrero sonrió nerviosamente, se esperaba una regañada.

"Mgh..." Gruñó, frunciendo el ceño, estresado. "Ordenen todo antes de que los invitados lleguen."

"Si, Señor..."

Ambos bajaron la cabeza, apenados.

...

"Terminamos... Al fin."

Marrero y Luis chocaron manos, habían acabado de ordenar todo.

Antuña suspiró, lo dejo muy pensativo la actitud de su Señor la última vez que ambos estuvieron en un lugar privado. Siempre fue serio, muy serio, pero en privado era muy cariñoso y empalagoso...

Le era normal, Musso se comportaba asi con las personas que tenía confianza y amaba, por lo que no le extrañaría si se comporta así frente a el.

Las puertas abriéndose eran necesarias para sacarlo de sus pensamientos, el miope sacudió su cabeza.

Para hacerla corta, la fiesta transcurrió normalmente, lo que era raro, es que Focaccio siempre buscaba la manera de tener al menor al lado de el.

Para todos, era normal, puesto que tener a algún mayordomo cerca era útil.

Pero Luis sospechaba algo, por lo que no dudo en hablarle a su novio.

"¿No crees que Roberto exagera un poco con tener cerca a Topo?"

"Si... Demasiado... Ehm, hoy en su habitación he encontrado algunas cartas arrugadas en su tacho de basura. Ya... Ya sabes que soy chismoso y... Bueno digamos que..."

"¡No la hagas larga, decilo decilo!"

"Por ahí Roberto está enamorado de Topo..."

"¿Que decían?"

"No me acuerdo."

"Te amo pero sos un paciente con Alzheimer o que?"

"Fue hace 3 días."

"... Ah."

Ambos rieron y luego fueron a hacer sus cosas.

...

"Entonces, esa rubia me miró y me dijo "¿Por qué te peleaste?" Y yo "Por el asco que da tu sociedad." ¡No sabes lo bien que me reí al ver su cara!"

Las voces de los señores en la fiesta resonaban en la mansión, la música elegante, la comida, el olor delicioso a Lavanda... Eran las cosas que mareaban a Antuña.

Este ya quería irse a su habitación a descansar, pero le daba pena preguntarle a su Señor.

Miró su reloj y soltó un suspiro de alivio al ver que solo quedaba 1 hora y 30 minutos para que termine la fiesta.

☙- 𝘔𝘪 𝘔𝘢𝘺𝘰𝘳𝘥𝘰𝘮𝘰 𝘍𝘢𝘷𝘰𝘳𝘪𝘵𝘰 ❧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora