Todo comenzó el lunes 27 de marzo de 89, un día que parecía ir completamente normal, en la vida de una joven llamada Melissa de tan solo 21 años. Melissa se dirigía a ver a una de sus amigas sin imaginarse que nunca podría llegar a su destino, ya que una persona cuya identidad sigue siendo desconocida se obsesionó tanto con ella que sabía muy bien todo lo que hacía Melissa y ese mismo día del 89 decidió tenerla solo para él.
Melissa salió de su casa muy feliz porque iría a ver a su amiga la cual llevaba mucho tiempo sin ver, Melissa se encontraba en la parada del autobús esperando a que este llegara, el cual la llevaría a su destino, pero empezó a sentir como alguien no dejaba de verla así que decidió voltear sin imaginarse lo que sucedería, pues al girarse vio a un hombre alto cubierto totalmente de ropa oscura el cual se dirigía a ella, al ver que se acercaba no con muy buenas intenciones ella corrió pero desafortunadamente al dar vuelta en una esquina vio un callejón e inmediatamente se percató que este no tenía salida, ella lloraba y gritaba del miedo pero lastimosamente nadie pudo escuchar aquellos gritos de suplicas desesperantes.
El llego hasta donde estaba ella y con un tono de voz tenue le dijo.
~Tranquila Melissa, no pienso hacerte daño, simplemente quiero que me ames tanto como te amo yo~.
Ella al escuchar esto se quedó en completo shock puesto que no sabía que era lo que sucedería después.
Al poco tiempo Melissa reacciono y le dijo que por favor la dejara, que ella no iba a hacer nada en su contra.~Solamente quiero que me dejes libre~ dijo, a lo que él respondió.
~Claro que no muñeca, no sabes cuánto he esperado para tenerte junto a mí~.
Al escuchar eso ella se asustó y grito con todas sus fuerzas esperando a que alguien la ayudara, el tipo rápidamente le cubrió la boca y la durmió con un pañuelo antes preparado para la ocasión.
Al despertar se dio cuenta que se encontraba atada de manos y pies en una pequeña y vieja cama de un cuarto en una casa que parecía estar muy vieja y abandonada pues estaba en muy mal estado y no se escuchaba ningún ruido de la ciudad. Él iba entrando y Melissa lo vio, ella quedó impactada y se asustó mucho ya que nunca antes vio al hombre y este tenía un aspecto aterrador; el con una sonrisa en el rostro le dijo.
~Veo que has despertado princesa, bienvenida a tu nuevo hogar, sé que es un poco viejo, pero no te preocupes, lo remodelare para que sea lo más bonito y cómodo para ti~.
Melissa seguía sin poder creer todo lo que pasaba, no decía ni una sola palabra, solo se podía ver en ella sus ojos rojos llenos de lágrimas y sus mejillas cubiertas de estas, él se acercó y le tocó su cabello diciendo.
~No me gusta verte llorar, por favor no lo hagas más, nuevamente te lo digo, no pienso hacerte daño, solo quiero que veas que me muero de amor por ti~. Él le dijo a Melissa.
~Creo que puedes tener hambre, iré por algo, no trates de escaparte, puedo asegurarte que todo está hecho para que tu no puedas salir de aquí~.
Ella al escuchar esto se rindió por un momento, pensó que ese era su final pues, al fin y al cabo, no tenía nada consigo ya que él le quitó todo incluyendo su teléfono para así asegurarse que no llamara a nadie, incluso canceló la salida con su amiga diciendo que se encontraba enferma para que la amiga no sospechara de nada.
Al salir el hombre del cuarto Melissa trato de zafarse, pero fue inútil ya que esos nudos estaban tan bien hechos que a penas y se podía mover con dolor, ella pensó diversas formas para salir o pedir ayuda, todo el tiempo repetía la misma frase.
~Tiene que haber una salida, debe haber una salida~.
Al no poder moverse observaba toda la habitación de esquina a esquina pero no logró localizar algún tipo de salida, al ella ver que no encontraba ninguna salida solo pudo pensar.
~Maldita sea, ¿por qué yo?, ¿Qué hice para merecer esto?~
Llegó a un punto de la locura de solo pensar que ella se quedaría ahí por un largo tiempo hasta que alguien o algo la sacara de ahí, el hombre volvió con un plato de ensalada y un vaso de agua, el entró diciendo.
~Sé que tu comida favorita es el espagueti pero debes mantenerte en forma así que por eso te traje una rica ensalada con un vaso grande de agua~
Ella al escuchar lo que dijo le preguntó.
~¿Cómo sabes que mi comida favorita es el espagueti?~ A lo que él respondió.
~No solo se eso cariño se todo de ti y es porque estoy tan enamorado de ti que me dispuse a saber cada detalle acerca de ti ¿de verdad nunca notaste cuando te miraba, cada día que pasaba horas observándote?~ .
Al escuchar esto Melissa se quedó perpleja del susto, se preguntaba a ella misma "¿Quién es este sujeto, como es que no pude darme cuenta de él antes de que esto sucediera?"
Él tomó una porción de ensalada y se la dio delicadamente a Melissa a lo que ella se negó, le dijo al hombre.
~¡DEJAME!, ¡No pienso comer algo que venga de ti!~
El hombre al escuchar esto se sintió triste por un momento así que solamente le dijo.
~Bueno, está bien, aunque tarde o temprano tendrás que comer~ a lo que ella le contestó.
~Prefiero morir de hambre antes que comer algo que provenga de ti~
A lo que él le respondió
~Yo sé que lo harás, pruébalo, no te arrepentirás, sé cocinar muy bien~
Luego de esto él salió de la habitación dejándola encerrada, nuevamente ella se sintió abrumada pues a pesar de llevar poco ahí para ella era una eternidad, sentía tanta desesperación por no poder hacer nada, lo más triste para ella es que no tenía quien la salvara, su única relación cercana era su amiga ya que sus padres fallecieron en un accidente automovilístico 2 años antes, al saber que le habían quitado las cosas supo que era su fin, que no podría hacer nada más, simplemente cerró los ojos esperando despertar de una pesadilla pero, no es así...
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Un año bajo las sombras
HorrorMelissa es una bella joven cuya vida era normal hasta que un día su vida dio un giro inesperado a causa de su belleza quien la llevó por el camino del secuestro.