El camino a la empresa era un tanto largo. Desde la oficina de su tío, era un camino de unos 30 minutos en auto, con tráfico tranquilo.
Estaba un tanto enfadado, que su padre se fuera así sin más, le irritaba. Pero comprendía el por qué lo hacía.
Su madre.
Si era honesto, le tenía un poco de miedo. En los días buenos, era una mujer amorosa, amable y risueña, pero...en aquellos días, cuando recaí, aquella dulce mujer quedaba en el olvido, era como si jamás hubiera existido. En un abrir y cerrar de ojos, se esfumaba como un espejismo. Su padre, durante años le había repetido hasta el cansancio que debía comprenderla. Debía ser comprensivo con su débil y enferma madre.
Pero aquellos días no se borraban de su cabeza.
Los gritos.
Los cristales rotos.
Y aquellos ojos...llenos de desesperación, miedo, ansiedad, decepción. Una mezcla de un sin fin de emociones que le hacían temblar.
Además de su voz temblorosa y ansiosa, repitiendo lo mismo una y otra vez.
"Eso es"
"Yo no puedo ser una inútil"
"Así es como debe ser, así es como siempre ha tenido que ser"
"Eres un buen alfa, nunca lo olvides...eres un buen alfa"
El sentir las manos temblorosas en su rostro, escuchando el latir rápido del corazón de su madre, así como esos ojos que lo miraban intensamente...de solo recordar su cuerpo comenzaba a temblar.
- Solo olvídalo. — era algo que se decía así mismo todo el tiempo.
Una vez que llegó a la empresa, llegando al estacionamiento subterráneo, se colocó en su lugar, apagando el motor del auto, se quedó unos segundos ahí, dando un largo suspiro bajó y se encamino a su oficina. Subiendo por el ascensor, escuchando la típica música de fondo, pensaba lo que diría frente al CEO de Golden Company. Por lo que entendía, se llevaría a cabo una reunión para una posible colaboración, entonces, debía hacer todo lo que estuviera en sus manos para lograrlo.
- ¿Señor Park? — al alzar la mirada, se encuentra con su asistente.
- Señorita Lee, ¿Ha llegado el señor Jeon?
La joven beta ajusta sus anteojos, y mira la tableta en sus manos, dispuesta a comenzar con su reporte.
- El señor Jeon llamó y dijo que llegaría un poco más tarde, aproximadamente a las 5 de la tarde.
Jimin asintió, recibiendo su tableta con la información del motivo de la reunión. Notando que tenía que ver con la construcción de una serie de instituciones benéficas. Principalmente los que estaban destinados a los animales.
- Me sorprende que mi padre desee participar en esto.
Debía ser honesto, su padre no era la persona más altruista que había.
- Yo tampoco lo entiendo, pero su padre me dejó dicho que debía hacer todo para que Golden Company firmara un contrato de cooperación exclusivo con nosotros.
Jimin miró a su asistente. Lee Jae-Hye era no solo su asistente, sino también su mejor amiga.
- Debemos mantener un ojo abierto en este asunto. Sé que no debo desconfiar de mi padre, pero no es algo que el haría.
Jae-Hye miró a su amigo y solo asintió, mientras discutían los demás pendientes de la empresa.
- Bueno, iré a preparar algunos refrigerios para cuando llegue el señor Jeon. — la neta miró a su amigo y posteriormente a su reloj. — ¿Desea la reunión en la sala de juntas o en su oficina?
- De preferencia aquí.
- Bien, me retiro.
Una vez que Jimin se quedó en silencio, intento concentrarse en su próxima reunión. Pero se sentía incómodo. No sabía por qué.
Rápidamente abrió el cajón de su escritorio, tomando sus pastillas de alergia, solo por si acaso. Pero aun cuando las había tomado, se sentía aún incómodo.
Miró el frasco de medicamentos, desde que tuve edad, sus padres le habían dicho que debía tomar aquellos medicamentos, ya que, por más perfecto que fuera, había un pequeño defecto, tenía un problema de alergias en su piel. Aunque la verdad, jamás notó algo, algún síntoma que le indicara eso.
Tal vez se debía a que fue diagnóstico a tiempo y pudieron controlarlo. Aquello, era uno de los rasgos que compartía con su querido tío Seokjin.
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Anti Alfa
FanfictionToda su vida fue criado como un alfa, como la siguiente cabeza de la influyente y poderosa familia Park, pero un día, toda su vida se viene a abajo. Y todo por un encuentro con el nuevo socio de su tío. "Soy alfa, no puedo ser omega"