Lo habían logrado, lo que en algún momento pareció un sueño inalcanzable, imposible, hoy era una realidad.
Eran campeones del mundo.
Ellos, que se conocían desde su club de origen, que hace apenas unos meses estaban dando sus primeros pasos en Europa, que apenas tenían 21 y 22 años, que habían llegado al mundial en calidad de suplentes y contra todo pronóstico terminaron siendo no solo titulares indiscutibles si no piezas clave del equipo.
Ellos que habían podido ayudar a su ídolo de toda la vida a alcanzar su más preciado sueño. Ellos que aún no caían en la realidad de lo que les estaba ocurriendo, que no lograban dimensionarlo.Pero estaba pasando, y lo mejor de todo es que lo estaban viviendo juntos.
Julián Alvarez y Enzo Fernández, los dos pibes de River, que apenas hace unos meses habían abandonado el club que los vio nacer futbolísticamente para continuar sus carreras en el viejo continente, se encontraban ahora en un vuelo de regreso a su país natal directo desde Qatar, aquella tierra tan lejana, territorial y culturalmente, que los vió consagrarse campeones de aquel torneo que todo futbolista al que le corra sangre por las venas ansía ganar más que cualquier otra cosa.
Y como los dos chiquilines que al fin y al cabo eran, se la pasaron gran parte del viaje cantando y jodiendo con sus compañeros, observando a cada rato aquella hermosa y brillante medalla dorada que colgaba con orgullo de sus cuellos. Si alguien les hubiera dicho hace unos meses, aquella triste noche de Copa Libertadores contra Vélez en la que quedaron eliminados, que hoy estarían viviendo todo ésto no lo hubieran creído.
—Enzo— el nombrado sintió una mano en su hombro llamando su atención. En ese momento se encontraba tocando el bombo mientras entonaba por decimocuarta vez en las últimas 24 hs el célebre "muchachos", ésta vez campeones del mundo version, junto a Pala, cache y Lauti.
Volteo la cabeza encontrándose con los ojos marrones de Julián, a quien el cansancio ya se le empezaba a hacer notorio.
—Tendríamos que intentar dormir un poco, cuando lleguemos va a ser un día largo— le dijo el cordobés en un tono más bajo, tratando de que los demás no escuchen.
—Es verdad— contestó Enzo, pensándolo un poco Juli tenía razón —Bueno chiquis, los dejo, voy a ver si puedo dormir un poco, si no mañana no voy a aguantar un carajo—
—Ya lo vino a buscar la gorra— comentó divertido Gonzalo mirando a Exequiel.
—Mi amigo el menos gobernado— agregó el tucumano también riéndose.
—Callense pelotudos, mañana nos la damos en la pera— respondió Enzo riéndose mientras les revoleaba una remera que estaba tirada en los asientos.
—Eaaa— contestaron los tres al unísono.
Evidentemente la idiotez era contagiosa.
Sus compañeros siempre los jodian con que parecían una pareja, a Enzo lejos de molestarlo le causaba gracia, además en el fondo le gustaba que Juli tuviera éste tipo de gestos con él, de querer cuidarlo. Sabía que el cordobés no era demasiado expresivo respecto a su afecto, así que tomaba éstos pequeños actos como muestras de cariño.
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Always There For You
FanfictionEl calor y la emoción incontrolable después de haberse consagrado campeones del mundo termina en un festival de alcohol en la caravana con su gente. Julián no está muy acostumbrado a tomar, así que el efecto se traduce en una borrachera inmediata qu...