2

9 0 0
                                    

Capítulo 2 "los amigos no se dejan"


El colectivo se encontraba vacío, mis auriculares tienian música, pero esta no llegaba a mis oídos. Todo se sentía tan lejano, alguien tocó mi hombro con suavidad, entrecerré los ojos confundida, gire hacia la persona que trataba de llamar mi atención, el chico de hoy, Alex me hablaba, pero yo no lo lograba escuchar. Confundida me saque uno de los auriculares dejándolo en mi mano-¿Perdona que me has dicho no te he escuchado? -Alexander miraba en mi dirección, pero en ningún momento su mirada reparaba en mí.



El colectivo frenó de golpe lo que hizo que casi perdiera el equilibro, si no fuese por qué Alex me tomó del codo sosteniéndome



-Lo que decía era que ahí había un espacio vacío ¿Te quieres sentar? -mire atrás suyo había un lugar vacío al lado de la ventana, vaciando, termine accediendo. Rápido pase por su lado no me apetecía tardar mucho en estar en revisión ante su vista



-Gracias, Alex-le dije acomodandome en el asiento-por cierto, soy Eíder la chica de hoy-en ese momento giró a verme



-Lo sé-hablo con simpleza, aparte la mirada de él ¿Acaso no le interesaba saber quién soy? Seguro que me había cedido el asiento por educación, que estúpida soy ¿Por qué creí que le iba a interesar algo de mí? Antes de seguir torturándome sentí como alguien se sentaba a mi lado, giré y ví cómo Alex está sentado a mi lado-sé que te llamas Eider y que eres la chica de hoy-hablo, mis mejillas se empezaron a tornarse rosadas. Sentí una vibración debajo de mi pollera. El colectivo volvió a parar, una señora joven tenía en brazos a un bebe recién nacido. Mire a todos lados mirando si alguien le cediera el asiento, al percatarme de mi error la llame




-Señora-le llame-tomé mi asiento-la señora se acercó chocando con medio colectivo hasta llegar a mi. Estuve a punto de pararme, pero Alex me regreso al asiento teniéndome del hombro



-Todo suyo-le dijo a la señora, se paró del asiento haciéndose a un lado



-Gracias-dijo la mujer acomodando a su hijo, Alex no quitaba la mirada de mi



-Presiento que vamos a ser muy buenos amigos, Eider-hablo siguiendo al grupo de personas que se bajaban. Se bajó, pero yo me quedé viendo la puerta trasera del colectivo, al percatarme de esto extendí mi mano sacando el auricular, volviendolo a colocarlo en mi oído. La canción que sonaba no era de mis preferidas. Levante mi pollera buscando en mi bolsillo el celular, con el tiempo me había acostumbrado a usar pantalones con bolsillos debajo de la pollera, era cómodo. En la pantalla de inicio vi el mensaje de respuesta de la persona que le había escrito hoy, nerviosa presioné el mensaje entrando al chat


...: ¿Hola?


Salí del chat alarmada, sabía que me escribiría en algún momento, pero no creí que sería tan pronto. Con las manos temblorosas prendí mi celular


...: ¿Quién sos?


El mensaje era reciente, no tenía ni un minuto, debe de haber visto que estaba en línea. Respire profundamente dispuesta a escribir

Escribiendo...

Sin saber que contestar, borraba y reescribía ¿Qué le decía? Hice esto por una apuesta. No, seguro que me enviaba a la mierda sin más ¿Pero es que también porque acepté? Vale entiendo, me siento perdida ante situaciones conflictivas, pero igual


...: ¿Vas a contestar o prefieres fingir que no existo?

Mis ojos se abrieron como plato, al ver ese mensaje en la pantalla. La persona detrás del mensaje sabía que yo estaba en línea ¿De qué iba a servir mentir?

El último mensaje Donde viven las historias. Descúbrelo ahora