EL PRÍNCIPE (Nomin)

003

"Una corona es tan solo un sombrero que deja pasar la lluvia"

"Alguien casi muere ahí el verano pasado". La revelación remeció al príncipe como marea contra las rocas y lo inmovilizó. Para alguien que había crecido bajo la protección de una escuadra de hombres especializados y armados, la sombra de la muerte temprana parecía más un mito que una posibilidad. Frunció el ceño de manera involuntaria y abrió la boca, desconcertado, pero la impresión le impidió articular palabra. Deseaba preguntarle a su primo cómo era posible que la vida de una persona haya estado en riesgo en Sandringham. Experimentó temor y curiosidad. ¿Acaso su compañero de habitación tenía que ver?

—Pero... ¡Tengo entendido que la persona en cuestión está bien! —aclaró Yushi en medio de una risilla nerviosa —Dijeron que fue un accidente.

—¡Jeno, Jeno, Jeno! —llamó Donghyuck, tenía una sonrisa pícara en el rostro y dos vasos rebosantes de vino en las manos. Se acercaba en medio de sueltos pasos de baile y movimientos de hombro que acompañaban el compás de una vieja canción electrónica —¿Qué estás haciendo aquí parado como un poste?

—Hyuck —saludó Yushi, una sonrisa de genuina animosidad resaltaba sus delicadas facciones.

Donghyuck levantó el mentón en un gesto de reciprocidad antes de volcar una vez más su atención en Jeno. Además del Segundo príncipe y de la princesa, no existía persona en la Familia Real que atrajera su interés. Jeong Jaehyun jamás le dirigía la palabra, pues no lo consideraba más que el hijo de un primo oportunista de su difunto padre. Por el contrario, Jeno y Minji, pese a que no habían lazos de sangre que los unieran, lo trataban con amabilidad y lo invitaban de forma constante a actividades extraoficiales. Donghyuck era perspicaz y echaba todas sus fichas del lado de Jeno, pues en su mente no cabía duda de que la corona algún día recaería sobre su cabeza.

Le extendió uno de los vasos —Toma. Lo mandé a preparar exclusivamente para ti, eh.

El príncipe titubeó al ver el contenido guinda y burbujeante —Yo no... No bebo.

Donghyuck rodó los ojos con exasperación y chasqueó la lengua —¡Es tinto de verano! Soda y vino. No te hará nada, no seas aguafiestas.

Todavía una mueca de duda persistía en el rostro de Jeno cuando, ante la insistencia, cedió y tomó el recipiente con la mano derecha. Lo levantó hasta sus labios y bebió un sorbo cauteloso, frunciendo el sueño ante el inmediato ardor del licor en su garganta.

—¡Eso es! —gritó Donghyuck con una sonrisa triunfante, dándole una palmada amistosa en la espalda —Vamos con mis amigos.

Rodeó los hombros del príncipe y lo condujo a través de la estancia, ignorando a propósito a Yushi que, dos pasos atrás, procuraba no ahogarse en el mar de eufóricos adolescentes mientras los seguía. No le desagradaba el hijo del Duque de Brabante, es más, reconocía que era dueño de grandes virtudes y de un carisma especial; pero Donghyuck no era tan hipócrita. No intentaría ganar su amistad cuando deseaba robar su puesto como persona de mayor confianza en la vida de Jeno.

A lo lejos, en una esquina, divisó a los integrantes de su exclusivo círculo social y se aproximó con rapidez. Las expresiones estupefactas al verlo llegar en compañía del segundo príncipe le sacaron una sonrisa de satisfacción.

—Hey —le saludó Mark, uno de sus amigos extranjeros que parecía más emocionado con su presencia que con la del posible futuro monarca, a quien le dirigió la palabra después —Su Alteza.

El príncipe negó, avergonzado —Solo Jeno está bien.

—Solo Jeno —repitió una de las muchachas que, con una sonrisa juguetona, se acercó y le extendió la mano —Soy Haerin, comparto habitación con tu hermana.