Otro día más para desgracia de Gustabo, el cuál esperaba con ansias palmarla de alguna manera mientras todos dormían. Ya hacían 4 días seguidos que no pegaba ojo, no conseguía dormir más de 3 horas diarias. Llevaba una semana muy decadente, días en los cuáles estaba muy deprimido, retraído, serio, apagado, sin lograr apagar su cabeza por más de 5 minutos. Esta no paraba de atormentarlo con pensamientos intrusivos.
Esa noche en lugar de dormir como habitualmente en el almacén de comisaría probó en la cafetería de la planta superior, pues tenía un sofá, con la esperanza de estar más cómodo y lograr dormirse.
Tampoco funcionó porque como mucho consiguió dormir unas 2 horas aproximadamente, pero el sueño apenas fue profundo por lo que no descansó. Se despertó con dolores de cabeza, como cuándo duermes la siesta y te levantas peor de lo que te acostaste.
Allí estaba, tumbado hacia arriba, con las piernas cruzadas, manos en el pecho, que "jugueteaban" con pellizquitos a sus uñas y dedos, mirando cada mancha del techo, mientras pensaba en sus cosas..
Se acercaban las 9 de la mañana y ya empezaba a haber movimiento en comisaría, empezaban sus turnos, se escuchaban bullicios de agentes, charlando, desde allí.
Pocos minutos después el ruido se intensificaba, como si se acercaran.
Cáceres y un tal Fénix se dirigían a la cafetería para tomar su café mañanero habitual. Abren las puertas de par en par mientras siguen charlando entre ellos. Andan para la máquina de café pero a unos pocos pasos de la entrada se percatan de la presencia de Gus. Este no quita la mirada del techo aunque sabe que no se encontraba solo.
Oh, disculpe inspector jefe.. - Fénix detiene su paso y su charla con Cáceres para mirar a su superior. El otro añade detrás de él, parando y mirando a este también: - Buenos días, García.
Buenos días.. - dijo aún mirando el techo. Ese "buenos días" sonaba tan falso saliendo de su boca.. pues sin duda no eran buenos para él.
No sabíamos que se encontraba aquí si no no hubiésemos moles..-
Nah no es molestia, no se preocupen, no interrumpieron nada, solo era un breve descanso, cerrando los ojos. - Responde el rubio haciendo su ruido característico "aich" al levantarse del sofá. - Ya me iba a levantar. Con sus piernas fuera, se levanta.
De acuerdo.. - Se quedan estáticos en su posición y permanecen en silencio para no interrumpir, al ver al rubio dirigirse a la máquina de cafés.
Se prepara y bebe 2 cafés solos, de golpe, se limpia con la manga, que como era oscura no le importaba mucho, y se iba hacia la puerta, no sin antes despedirse.
Buen día. - cruza la puerta.
Buen servicio, señor García. – Lo dejan pasar, saliendo de cafetería y ellos quedándose, retomando su previa conversación y preparando sus cafés.
Gus torpemente y como de costumbre intenta hallar la salida del puto laberinto de comisaría. Entre lo grande que era y lo adormilado que estaba le llevó un buen rato.
Finalmente llega al parking, que estaba lleno de agentes por todas partes, haciendo el payaso, pegándose, gritando,... había un alboroto impresionante. Si no toda la malla, gran parte de ella se encontraba allí. Pasó de poner orden y despejar el garaje, solo sacó una mary, se subió en ella y se piró. Algunos alumnos miraban al inspector desde que entró al garaje hasta que se marchó, un par de ellos le saludaron pero con el alboroto no lo escucharon.
Estuvo algo más de media hora atendiendo a la ciudad y a las delincuencias él solo. A lo último que se acercó fue a una alerta de posible venta de droga en la playa, para variar. Después de dar vueltas y perder el tiempo intentando encontrar al vendedor, se rinde y se acerca a la playa.. deja su mary estacionada cerca de él, se quita los calcetines y zapatos y se acerca a la orilla, mojando sus paticas. Acto seguido se sentó en la arena, importándole una mierda que se mojara el pantalón y parte de la camisa, flexionando sus rodillas a su pecho y rodeando sus brazos en ellas, como abrazándolas. Ese día no había ruido ni un alma molestando por la zona... era tan tranquilo.. por fin en bastante tiempo sintió un poco de paz. Cerró los ojos y respiró lentamente, disfrutando el aire limpio del mar. Aún eran las 9:45 aproximadamente por lo que aún no había salido del todo el sol, y no molestaba. Era muy cómodo.
Estuvo un ratito, tal vez algo más de 15 minutos, le hubiera gustado estar allí toda la mañana, pero....
- Aquí Conway para toda la malla, ¿Me copiais? - Aparece repentinamente el viejo en radio.
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DECADENCIA || GUSTABO GARCÍA
KurzgeschichtenMomento de declive en la mente de gustabo en donde necesita acabar con su mayor dolor. ~Historia corta ~Historia padre e hijo ~Discreción con tema de salud mental, bull1m1a y pastillas