Percy Jackson y los Olímpicos leen Kairo

El Rey

Todos en la sala estaban aburridos, pues habían tomado un descanso para comer y hacer sus necesidades, otros para reflexionar sobre lo que estaban viendo y aprendiendo a través de este libro. Pero las más afectada hasta el momento, sobre todo por el último capítulo era Afrodita

¿Por qué?

Fácil, ella reconoce que se equivocó de muchas formas en su vida, tomó malas decisiones que lastimaron e hirieron a las personas, pero jamás pensó en eso

El más afectado fue Hefesto, cierto él prácticamente la obligó a casarse con él, pero había formas mejores para liberarse de él que engañándolo. Pero no sé metió con todos los que él conocía para herirlo conscientemente ¿Están justificadas sus acciones? No.

¿Hay una forma de remediarlo? Tampoco, pero había algo que podía hacer y lo iba a hacer justo ahora

Así la diosa Afrodita se acercó a Hefesto que se encuentra solo con unos de sus aparatos para hablar con el

Afrodita: Hefesto... - Diría con suavidad

Hefesto: Afrodita

Afrodita: Hefesto... Yo, quiero disculparme

Hefesto sólo estaría callado, primero la dejaría hablar y después respondería

Afrodita: Me disculpo por todas las veces que te engañe, te insulte o me burle de ti. No tenía que hacerlo, pero igualmente lo hice y te herí, durante milenios y nunca me detuve, pese a saber el daño que te hacía

Hefesto seguiría en silencio analizando las palabras de Afrodita y podía sentir la sinceridad de esa disculpa, pero él también tenía que disculparse

Hefesto: Yo también quiero disculparme contigo Afrodita...

Afrodita: Pero...

Hefesto: Déjame hablar, quiero disculparme por obligarte a casarte conmigo, yo sabía que tú no querías, pero eso no me detuvo y seguí con eso. Afrodita tu no cargas con toda la culpa, pues quise obligarte a quererme incluso antes de conocernos. Y por eso te perdono

Afrodita soltaría lágrimas de felicidad por ser perdonada, pues pese fingir que no, si le lastimaba ver a Hefesto sufrir

Hefesto: Pero... Ya no podemos estar juntos

Afrodita: ¿Qué...?

Hefesto: Afrodita, yo te perdono, pero ya no te amo, si esto hubiera pasado hace milenios creeme ahora mismo estaría saltando y festejando, mi esposa por fin estaba reconociendo como su marido y pidiendo perdón

Afrodita: Pero aún soy tu esposa...

Hefesto: Afrodita, no caigamos en mentiras, lo nuestro nunca fue un matrimonio o una relación para el caso, yo nunca fui tu esposo y tú nunca fuiste mi esposa. Además dime la verdad ¿Tu crees que después de todo lo que pasamos en verdad hay salvación para este "matrimonio"?

Afrodita solo negaría con la cabeza mientras suelta lágrimas, pues reconoce lo que quiere decir Hefesto, ni siquiera hubo un matrimonio en primer lugar

Afrodita: Pero si ya no me amas ¿Por qué me perdonas?

Hefesto: Nunca dije que no te amaba Afrodita - Afrodita solo le dió una mirada inquisitiva a Hefesto - Yo aún te amo Afrodita de una u otra forma, pero ya no es el mismo amor que tuve por ti hace milenios, aún me preocupo por ti y tú bienestar, pero no esperes que te vuelva a amar con locura

Afrodita: Pero entonces ¿Qué quieres?

Hefesto: Que los dos podamos ser felices Afrodita, nuestro "matrimonio" tiene que acabar, para que cada uno encuentre su felicidad, apenas termine esta locura le voy a pedir a Hera que nos divorcie. Y en lo más profundo de mi corazón Afrodita, espero que los dos podamos ser felices con otra persona o solos.