Los secretos

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Que intimidantes son, los secretos pueden construir y destruir. Una amistad se refuerza compartiendo secretos y a su vez, cada vez que decides contar uno a cambio de otro es un arma de doble filo. De la nada sientes que cada vez que oyes algo relacionado con el tema, es ese amigo el que lo ha contado, entonces las desconfianzas invaden la relación hasta que se destruye. Si no es así, con el tiempo las tensiones se disminuyen y esa amistad continua.


Los secretos son algo fáciles de mantener,

si te preguntan solo no has de responder,

si alguna vez te los cuentan, 

solo haz como que no te acuerdas.

Olvida su existencia, eso nunca sucedió,

no dejes que cuenten que tu boca cedió,

Así pues, si un secreto has de mantener,

que no se te olvide tus labios morder,

puesto que dejar a la lengua hablar, 

algún día te puede perjudicar.


Yo era una niña cuando me dijeron que no podía contar todo lo que veía en casa y que si lo hacía, iba a tener consecuencias, aun así, yo en mi ignorancia deje a mi boca hablar, las consecuencias de mis actos causaron el recuerdo de mi madre con un cuchillo en la mano. Un arma afilada cerca de mi lengua, junto con amenazas brutas y movimientos bruscos causaron que me callara. El punto del caso fue que aquel día me callé, y desde entonces todo lo escribo en un diario secreto, un diario que si mis padres lo llegan a ver, puedo olvidarme de seguir aquí. Ahí empecé a escribir mis poemas, es primero de todos dice así:


Por mi mente muchas veces a pasado,

¿Qué tal si dejo este mundo a un lado?

Cuando mi corazón no soporta las penas,

mis ojos lloran en desahogo.

Según mis padres no los valoro,

pero no saben lo mucho que añoro,

añoro esos tiempos tan perfectos,

en los que no me preocupaba mi forma de actuar,

tiempos en los que solo pensaba en jugar,

cuando ser feliz era mi prioridad.

¿Por que soy tan critica?

¿por que no pienso en mi bienestar?

Solo me preocupan los estudios, 

y como me ven los demás.

Ahora vivo con miedo, 

siempre con ganas de llorar,

No quiero que piensen, 

que yo soy débil e incapaz.


Este torpe poema lo escribió esa niña con 13 años, no esta bien cohesionado, ni es el mas apasionado pero, recuerdo que lo escribió con el corazón en la mano, entre lagrimas y gemidos inaudibles. Ojalá le hubieran enseñado que no estaba mal llorar, que no estaba mal estar mal... Hablo en pasado, porque esa niña ya quedó a un lado, con la lección aprendida, sigo sobreviviendo a estragos y problemas del día a día.

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⏰ Última actualización: Mar 29 ⏰

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