01.
Para Jungkook era menester decir que no se sentía extraño, esta amistad que se forjo con este tipo de sonrisa encantadora, la cual... no sabía definir que emociones abordaba en su interior.
Pero ahí estaba él, ajeno a todo lo que rondaba por la cabeza del pelinegro, ajeno a todo de él, parloteando una canción, ¿Acaso no podía dejar de ser tan... elocuente?
—Entonces... ¿este es el lugar? —hablo el hombre que acunaba sus manos alrededor de los ojos para poder eliminar la luz del exterior y poder mirar más allá del grueso cristal color canela.
—Sí... es- mi abuela es la dueña de este lugar— dijo un poco nervioso por la mirada que se poso en él cuando saco una llave algo oxidada, dirigió su vista a la puerta para girar la llave en la cerradura.
Al ingresar acomodo su gran abrigo en el perchero que se posaba a un lado, para después ofrecer la entrada a su acompañante tomándole el abrigo cuando el contrarío cuando lo pidió y este fue dado
—Es muy impresionante el lugar Jungkook— su vista posicionándose en todos los rincones posibles, hasta que su vista se enfoco en un piano de pared que estaba al fondo del pequeño cuarto
—Debes de divertirte con todas estas cosas a tu alrededor —dijo caminando en dirección al objeto, pasando sus manos delicadamente sobre las teclas, no dándole importancia cuando el menor le contestó
—Suele ser un lugar muy tranquilo—dijo Jungkook ingresando al lugar que solo era para los empleados, antes dándole una mirada al contrarío cuando se sentó en el banquillo del piano
—Todos estos objetos son magníficos— Jungkook hablo a lo lejos— Mi abuela suele contar que estas antigüedades siempre tienen un pasado bueno o uno no tan bueno, y aun así siempre hay algo que las trajo a donde están, sin vida, con un valor que tal vez no merezcan.
Por un momento dejo de hablar cuando al estar buscando lo que necesitaba se le ocurrió buscar algo que decidió dejar al fondo de una gran caja, pues ya no había alguien que tocase esa hermosa melodía.
Cuando al encontró sonrío con melancolía al tomarlo con sus manos, tomo algo de aire inflando sus pulmones, cuando volvió a hablar su voz fue un poco más baja
—Por eso el abuelo y ella abrieron este lugar... para que otras personas aprecien a esos objetos que otras personas desecharon.
Taehyung pasaba sus dedos delicadamente por cada tecla dudando realmente en si hacer sonar esas cuerdas sería lo correcto, su vista se dirigió hacia el lugar donde debería de haber una partitura por un momento tuvo recuerdos que creía haber olvidado.
Un fuerte sonido lo hizo dejar de divagar dirigiendo su vista al lugar de donde salía el menor cojeando un poco, sonriendo así de bonito con las mejillas rojas y sus ojos se iluminaron al verlo... así.
Jungkook salió poco a poco acomodando un pañuelo en su cabeza para esconder gran parte de su cabello, ya que con el movimiento al tropezar se desacomodo, no dándole demasiada importancia a la mirada que lo siguió cuando este se posiciono enfrente de él extendiéndole algo dudoso unas partituras.
El mayor paso su vista de las partituras a él y sonrío amplio, fue como una invitación a que tocase, cuando reconoció de inmediato aquellas notas no le fue imposible soltar una pequeña risotada, mirando una vez más al menor cuando este hablo.
—Supuse que le gustaría tocar... puede hacerlo, esas eran mías, fue un obsequio— hablo mientras se giraba y caminaba a paso lento a vista del mayo cuando fue en busca de la escoba y el plomero que colgaban de la puerta de entrada.
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Unchained Melody KTH&JJK
FanfictionUna tarde calurosa para unos jóvenes en aquella época del año 1966, sufrimiento se encuentra en sus alrededores, solo eso. Simplemente vivir es sufrir. Nacemos para crecer sin ser conscientes de la desdicha de lo que nos depara el futuro, con la fre...