I

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—Hola Mamá —dije llegando a la casa.

—¿Como te fue? —me preguntó.

—Bien, me dijo mi Papá que te avisara que no podrá venir a comer, tiene una junta —dije dejando mi bolsa en el guindalera que está en la puerta de entrada.

—¿Otra junta? Ayer dijo lo mismo —dijo mi Mamá sentándose en el comedor• Ya son muchas juntas, ¿No? -alce los hombros— Ve a hablarles a tus hermanas que bajen a comer.

—Está bien —dije corriendo las escaleras.
—Abri la puerta de la recámara de mis hermanas y encontré a Teresa en el celular y a Ana Laura viendo la televisora— Niñas, dice mi Mamá que bajen a comer.

—Hermanita —grito Ana Laura viniendo hacia mí para abrazarme.

—Ana Laura deja de ser tan cursi, como si no la viéramos todos los días —dijo pasando alado de nosotras empujándonos un poco.

—No le hagas caso —le dije a Ana Laura agarrándole su mano para que bajáramos las escaleras.

—Mamá ya te dije que el Spaguetti no me gusta, y es lo primero que le dices a esta sirvienta que cocine —dijo Teresa hacia mi mamá.

—Siéntate y come —dijo mi Mamá agarrando sus cubiertos.

—No Mamá no se vale que a mi siempre que te digo que no cocinen Spaguetti siempre lo hacen, en cambio cuando Julia dice que no cocinen Mariscos, nunca lo hacen —escuché que cerraron la puerta y entró mi Papá.

—Mira María José, el marisco aquí en esta casa no nos gusta, en cambio el Spaguetti si, así que se come, no vamos a gastar en hacer otra comida especialmente para ti —dijo mi mamá empezando a perder la paciencia.

—Mamá, si tenemos dinero, que te cuesta en gastarlo, además tú ni lo ganas, el que se esfuerza en ganarlo es mi Papá, y yo está comida —agarro el plato que tenía Spaguetti con carne de res y lo tiro en la basura— No la voy a comer por que no me gusta.

-—Ya María José , vas a comer lo que yo te diga, si no querías el Spaguetti se lo hubieras dado a Martin y ya, no tirarlo, sabes cuántas personas quisieran tener ese plato que acabas de tirar.

—No, y no me interesa, por que yo si tengo dinero, y no es mi culpa que ellos sean pobres —cruzo los brazos.

—¿Y así quieres que te cambie tu Celular?.

—Pues el celular que ando ya es muy viejo, el IPhone 13 ya ni existe, me tienen que comprar el 15 plus —mi mamá negó con la cabeza— ¿Y como mi hermana si lo tiene?, Martín lo tiene, por que a ellos siempre les dan todo, tu se los das, son tus consentidos, ya me tienes hasta la chingada Mamá, siempre priorizas a ellos a mi no.

—A ver María José , si yo tengo un celular bueno, es por que trabajo, me esfuerzo, tú estás bien que tengas ese celular a tu edad, yo ni celular tenia, y cuando lo tiene dure 3 años con el, y yo no le exigía a mi Mamá nada, además no le vas a venir a gritar, por que no se lo merece, y esa comida que tiraste, le voy a decir a Sonia que te sirva el doble y te lo vas a Comer, aunque no sea el Spaguetti —dije sentándome en una de las sillas del comedor.

—Las odio a las 2 —dijo queriendo irse, pero mi papá la agarro del brazo.

—Vas a sentarte, le vas a pedir disculpas a tu Mamá y a tu Hermana, después vas a comer, vas a darme ese celular, subes a tu cuarto, haces la tarea, te vas a natación, regresas a cenar y después te vas a dormir, y cuidado en volverle a contestarle a tu Mamá por que te vas 1 mes castigada —dijo mi Papá acercándose a mi mamá y dándole un beso para después sentarse, todos nos quedamos en silencio— Y por cierto estás castigada, no vas a tener este aparato celular por 2 semanas —dijo mostrándole su celular y guardándolo en su bolsillo del pantalón.

¿Y como le hice? -Markitos ToysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora