Prólogo.
La vida es complicada, tener que conseguir un trabajo para pagar las cuentas, tener que conseguir amigos para no pasar tiempo solo, y tener que conseguir a una chica para no morir sólo.
Cosas que... No... no nos cuestionamos o si lo hacemos, es por un breve periodo de tiempo.
Pero, hay algo que se mantiene constante y sin camibios a lo largo de los milenios.
Destino
Una palabra curiosa, muchos creen que son capaces de escribir su propio destino, o que al menos pueden desafiarlo.
Y aún que eso se escuché genial, el poder decidir por tu propio cuenta que hacer con tu vida. La realidad muchas veces no es como la imaginamos.
El destino es un flujo constante, puede tener leves variaciónes y/o pasos extra, pero siempre, siempre llegará al mismo lugar que siempre debido llegar.
Un ejemplo fácil.
Digamos que estoy destinado a hacer padre, mi destino es ser padre, pero el mismo destino no me dice que yo seré un buen padre, o un mal padre, si seré millonario o pobre, si aún tendré esposa o seré padre soltero, o siquiera que mis hijos me querrán, no, el destino solo dictaminó que yo seré padre, ya lo demás dependerá de mis acciones, pero el final de mi camino es ser un padre.
Esa es la esencia del destino.
Tu destino podría llegar a ser el más fuerte del mundo, pero como lo lograrás ya dependerá de ti, pero al final, sin importar que hallas echo, llegarás a hacer el más fuerte, pero, ¿serás feliz?, ¿Estará satisfecho?, ¿Te odiaran todos?, ¿Te amaran todos?. Eso, eso es lo que tú decides.
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El zafiro observó a una mujer hermosa de largo cabello blanco que caminaba a un lado de el.
"Oye, oye, ¿ya sabes de que trata la misión?", la chica pregunta con una sonrisa, mientras se giraba para verlo.
Regresarla sonrisa, el ojiazul asintió.
"Hay unos demonios de categoría especial fastidiando en un pueblo, ya sabes, solo tenemos que matarlos", el cabello rubio se ondeo con el viento.
"Ahhh, ¿solo eso?, ¿no hay algo más divertido?", la chica parecía estar decepcionada.
Encogiéndose de hombros, el ojiazul hablo.
"Es lo que hay, ya sabes cómo son los altos mandos, solo hacen lo que su trasero dice".
La peliblanca se cruzó de brazos e hizo un lindo puchero.
"Vamos, somos los dos más fuertes, ¿no pueden darnos misiones mucho más geniales?", ella estaba claramente frustrada.
'si, los más fuertes', los ojos azules contemplaron con calma a la chica frente a ellos.
"Oye, Naruto, ¿me estás escuchando?", la peliblanca se cruzó de brazos.
Saliendo de sus pensamientos el rubio la mirado.
