Si supieras...

Si soñé eso, entonces...

Aquí fue cuando logré ver eso que mi ceguera no dejaba. El sueño que tuve ya te lo he contado varias veces, y no me canso de recordarlo. "Era demasiado real para ser un sueño, pero algo ficticio para ser real", algo así pensé en el momento (frase inventada por Lia). Se sentía demasiado real, pero pensaba que era algo ficticio porque nunca imaginé ese escenario ni tampoco la idea de que llegaras a sentir lo mismo por mí.

El sueño era este, sencillo y corto: estábamos en algún lugar del M y en un momento tú me dijiste que yo te gustaba. Yo no te respondí en ese momento porque no estaba segura de que responder, aunque ya sentía lo mismo por ti. Pasaron algunos días y cuando ya tenía la respuesta, fui a hablarlo contigo. Quería decirte que también me gustabas, pero estaba pasando por un momento en el que no estaba lista para empezar una relación.

Me desperté justo antes de decirte eso, así que en el sueño nunca supiste lo que sentía por ti, sin embargo no iba a dejar que algo así sucediera en la vida real. Ese fue el "open eyes" que necesitaba para darme cuenta de que sentía algo por ti, y ese "algo" era más fuerte que la amistad que ya te tenía. Aunque en ese momento todavía no lo tenía claro, ya sentía algo fuerte por ti y sinceramente me llevaron unos cuantos días procesar todo eso que estaba descubriendo para realmente aceptarlo. Empecé a dudar si me estaba sintiendo así solo por el sueño, así que decidí contarles a Lia y a Samu (Polanco) por si me podían ayudar a aclarar eso. No recuerdo si te lo llegué a comentar, pero ellos me preguntaron algo así: "Crees que si hubieras tenido el mismo sueño, con otra persona, ¿También sentirías lo mismo?". Fue algo que me puso a pensar un poco, pero la respuesta llegó rápido. No sentiría lo mismo porque ya había tenido esas conexiones contigo, ya estaba segura de que realmente me gustabas mucho.

Me pasé los siguientes días diciéndole a mis amigos más cercanos "me está empezando a gustar alguien" obviamente refiriéndome a ti, pero caí en cuenta de que eso era una mentira que no me estaba convenciendo mucho, la verdad era que ya me gustabas mucho en ese momento. Lo supe porque, después de aceptarlo, empecé a dejar salir eso que tenía reprimido, y a partir de ese momento me quedaba mirándote mucho más que antes, te hablaba mucho más, buscaba cualquier pretexto para escribirte, y empezaba a acercarme más a ti.