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Cuando tenía sesenta años, mi primer nieto nació.

Cuando Hannah, la novia de Noa, me llamó a las tres de la madrugada a decirme que mi hija había entrado en labor de parto, corrí a despertar a Ruslana y en menos de media hora ella y yo estábamos en el hospital.

Fue la noche más larga de mi vida. El hospital estaba en completo silencio, y podía escuchar desde mi limitada posición en la sala de espera los gritos de mi hija. Quise matar a Hannah por dejar que sea Noa quien tenga al bebé, pero alejé aquellos pensamientos de mi mente al verla salir de la sala de partos con una sonrisa de oreja a oreja en su rostro.

━Mamá, papá, Ruslana, Chiara; ¿quieren conocer a su nieto?

Next door - RuskiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora