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Hoseok sentía como todo su mundo se derrumbaba.¿De verdad el emperador lo había marcado?... que desgracia para el.

La princesa tomó su mano y le sonrió.

-Se que mi hermano no te agrada y lo compredo; solo si quieres que el no te haga daño no debes contradecirlo y menos... Mentirle, detesta las mentiras- dijo la joven princesa con voz suave

Hoseok mostró una sonrisa falsa y dejo ir a la princesa, se sentía debastado, quería huir pero sabía que no podría y menos ahora.

Dejo caer su cuerpo en la cama tan pronto la habitación estuvo en silencio pero, algo no contó y era que el emperador entraría.
Parecía no prestar atención al ver que no se molestó en saludarlo.

-Abre las piernas.. ahora- ordenó con voz ronca

Hoseok sintió su corazón latir tan rápido con aquella orden. Quería negarse pero, que mal tendría que pagar.

Kim al verlo así lo tomo del cabello y lo acerco a su rostro, aquellos ojos de un color oscuro estaban a punto de cambiar por uno carmesí; la furia se veía en su mirada.

-Te di una orden... Cumplela!- exclamó ya molesto

Las lágrimas comenzaban a salir de los ojos del menor, sus labios le temblaban tanto que le molestaba a Taehyung.

Sonrió fríamente y lo tiró a la cama, en su mirada se veía el desinterés.

-Deberias de sentirte agradecido por estar pidiendo que abras las piernas para mí, pero, si no lo haces. Bien, solo recuerda que tú me perteneces- burlo antes de salir de la habitación

Hoseok se levantó de la cama y tomó un jarrón de agua entre sus manos, se reflejaba su triste mirar en la porcelana. Bajo la cabeza y tiro el jarrón al suelo haciendo que se rompiera.

Entre cerro los ojos y cayó al suelo de rodillas, no llevaba ni una semana en aquel palacio y ya le era suficiente para que su vida dependiera de si o no acostarse.

Se tapo el rostro con sus manos y lloro desconsolado al compás del silbido del aire. Cada lágrima era cristalina como el agua de manantial.

Devastado por su situación estaba tan decidido a escapar, así que se levantó y con las lágrimas en sus ojos tomo unos tablones de oro y salió del palacio.

-Si tengo que pasar por esto toda mi vida, prefiero huir..- susurro entre lágrimas

El sol estaba por ocultarse cuando el salió, todo el reino estaba silencioso, se preguntaba el porque. Ni siquiera los guardias estaban

Sonrió levemente y corrió hacia la parte más lejana de todo dónde se encontraba un agujero del cual salían los perros.

Miro una última vez hacia el palacio y salió por el agujero, corrió tan lejos como pudo pero alguien lo había visto

-Muy astuto, Jung Hoseok..- dijo la voz de un hombre

Buscaba con la mirada el camino para ir al pueblo más cercano; hasta que se escuchó el los caballos dirigirse hacia el. Abrí los ojos y corridos hacia un lago para poder escapar.

Los guardias habían visto que huía y decididos a no dejarlo así, fueron en su búsqueda

La Orden Del Emperador Kim| VhopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora