Sentimientos Obscuros

ANTES QUE TODO LA INTENSION DE ESTE ESCRITO ERA UN DRABBLE, ITASASU/SASUITA.

DECLAIMER: LOS PERSONAJES NO SON MIOS PERTENECEN A MASASHI KISHIMOTO.

QUE LO DISFRUTEN TANTO COMO YO AL ESCRIBIRLO.

La magia de recordar es saber que aun sigues aquí, viviendo bonito en mi mente y en mi corazón...
 
Después de la plática con los antiguos Hokages justo antes de unirme a la guerra ninja, me enteré de la verdad sobre la vida de mi hermano Itachi. Me di cuenta de que en verdad el me había amado, que esa noche no pudo acabar con la vida de su amado hermanito. La venda en mis ojos había caído hacía mucho tiempo, pero ahora confirmaba la realidad. Lo que un día vi como un acto en el que mi hermano solo estaba midiendo su fuerza, ahora era solo un acto de protección hacia la aldea de la Hoja, hacia mí. Crecí reprochándome no haber sido lo suficientemente fuerte para proteger a los que en verdad me importaban, pero comprendí algo. Mi mundo desde el principio había sido Itachi, aunque me dolía la perdida de mis padres, de mi clan, también me dolía perderlo a él. Perder el lazo que me unía a él y con el que me obsesione al ser el responsable de la masacre al clan Uchiha. Ese hermano, el que una vez me inspiro respeto y amor infinito se había alejado de mí. Me había dejado solo con su recuerdo quemándome cada instante de mi corta vida en ese entonces.

Durante los años posteriores en la aldea tuve un solo encuentro con él, después de la muerte del tercer Hokage y después de que me estaba acostumbrando a que tal vez mi camino podría ser diferente al lado de mis nuevos compañeros. Pensé ilusamente que podría rehacer mi vida, comenzar de nuevo con un nuevo sueño sin venganza, pero el dolor en mi alma no se iba, y el hueco en mi pecho crecía irremediablemente al llegar a una casa vacía. Ese vacío que ni con los mejores tiempos con el equipo 7 pude llenar. Saber que estaba ahí después de tanto tiempo, volvió a encender la llama. Quería verlo, mi cuerpo tembló al pensar en volver a estar junto a él como en aquellos días donde observábamos el atardecer o cuando volvíamos a casa y yo era cargado en su espalda. Lastimosamente ya no era pequeño y claramente no volvería el tiempo para darnos esa oportunidad de compartir momentos.

Decidido, me enfrente al monstruo al que tanto odiaba. El culpable de toda mi desgracia quería mostrarle que tan fuerte me había vuelto, pero ante cada golpe recibido supe que seguía siendo más fuerte que yo en todos los sentidos. Preguntándome que demonios había estado haciendo todo ese tiempo en ese maldito lugar. Llegué a preguntarme si su presencia me había nublado la mente, me sentí celoso de saber que él no estaba ahí por mí. Aunque con el tiempo supe que si, que quería dejarle saber a Danzo que el seguía vivo y que haría cualquier cosa para protegerme.


Y cuando tuve la oportunidad de huir, lo hice porque comprendí que el seguía siendo mi único camino y mi meta por seguir. Matándolo, vengaría a todos los Uchiha. Muchas veces cruzo por mi mente que haría después de que todo terminara. Renacer lo que un día había perdido era mi prioridad, pero no estaba preparado para esa situación con el dolor de perderlo. Hoy me doy cuenta de que solo me engañaba a mí mismo queriendo enmascarar con odio mi necesidad por volverlo a ver y escuchar su voz una vez más llamando mi nombre. Pero eso ya no importa porque él está muerto y los recuerdos son lo único que quedan cuando el amor fue profundo.


Durante mi estancia con Orochimaru mi entrenamiento fue duro lleve al límite todo lo que tenía, con mi odio creciendo fervientemente en mi pecho que esperaba por ser liberado en una batalla que, aunque no sabía si saldría vivo la llevaría a cabo victoriosamente. Lo vería caer ante mi como el traidor que siempre había sido, pero al pensar en eso siempre venia algo a mi mente. ¿En verdad quieres eso? La voz se escuchaba bastante segura pero siempre terminaba omitiéndola.

Al pasar exactamente tres años fue que pude verlo otra vez, en la pelea decisiva esa en la que dejaría todo mi odio por fin liberado contra una sola persona, mientras me dirigía hacia allá mis recuerdos no me dejaron ni un solo instante y una vez frente a frente temblé ansioso por ver la sangre correr. Conforme los minutos pasaban uno a uno los jutsus fueron realizados con perfecta maestría en donde pude a testificar que largarme de esa aldea había sido la mejor elección que había hecho, el final se acercaba y con ello el fin de mi hermano. Sabía que tenía mucho más que ofrecer, pero algo lo detenía, un tajo de dolor cruzo por mi pecho, confundiéndolo con el cansancio y la perdida de chacra.

El final fue inevitable. di mi último contra ataque siendo arrojado varios metros atrás mientras que Itachi seguía mirándome. ¿Porque jamás pude darme cuenta de que en sus ojos no había odio? Cuanto más se acercaba a mi yo me alejaba hasta que no lo puede hacer más, mi espalda pegaba contra el muro que orgullosamente tenía grabado el símbolo de nuestro clan. Solo lo mire fijamente temblado. ¿Acaso la muerte se encargaría de mi antes de hacer justicia? sentí el toque de dos dedos sobre mi frente haciéndome abrir mucho los ojos, después de tantos años pude ver al Itachi de tiempo atrás. Al hermano dedicado del que siendo niño perseguía con anhelo... pero poco duro mi encanto porque lo vi caer de lleno al suelo, muerto. No sin antes ver esa sonrisa que lo caracterizaba que y aunque fuera tenue siempre me mostraba cuando niños. Mi venganza había sido consumada, pero entonces porque no me sentía satisfecho ni feliz. Fue entonces que comprendí que mi odio era producido del amor tan profundo que sentía por el que había sido mi hermano, sin poder evitarlo caí también al suelo inconsciente aun lado de su cuerpo sin vida.

Cuando finalmente desperté me encontré con un hombre que decía llamarse Tobi el cual me conto toda la verdad sobre Itachi. Al principio me negué totalmente a creer en su verdad. Aunque sabía que tal vez me estaba mintiendo su juego de palabras era hipnotizante, un nuevo motivo al que aferrarme ya que mi única razón de existencia ya no estaba. Pedí ver su cuerpo y aunque sentía que mi cuerpo no me respondía muy bien tome la fuerza necesaria, yendo hacia donde descansaba el cuerpo del que alguna vez fue mi hermano. Al estar ahí lo mire fijamente, solo estaba cubierto por una sábana blanca que llegaba hasta la altura de su pecho. Me acerque lentamente rozando su hombro, aún estaba tibio. El me había amado profundamente tanto que su vida no le importaba, ni tampoco su reputación con tal de que yo estuviera a salvo. Cuando me di cuenta mis labios estaban sobre los suyos, tener su cuerpo y su calor me embriaga de una manera que jamás experimenté. Esa noche tome su cuerpo, lo marque como mío sin arrepentirme de parecer un enfermo, porque ya lo era. Ver su cuerpo sin vida moviéndose conforme a mis movimientos bruscos era totalmente sublime. Me envolvía totalmente en la locura cayendo así en la obscuridad poco a poco, si es que eso era posible. En ese instante me di cuenta de que siempre lo había amado y que a pesar de que me había causado que lo odiara acosta de todo siempre había pensado en mi como yo en él.

Lo abrasé sintiendo como el calor ya estaba abandonando su cuerpo mientras las lágrimas no dejaban de brotar de mis ojos. Lo mordí con fuerza queriendo desquitar todo el dolor que me provocaba haberlo perdido. Le reproche el abandonarme porque si no hubiera sido por eso yo lo tendría nuevamente conmigo, pero solo una cosa me consolaba en esta bizarra situación. Había tenido sus últimos momentos solo para mí, su mirada, su sonrisa, y su recuerdo que, aunque sin vida era el ser que más amaba. Me incorporé un poco mirando su rostro que a pesar de todo seguía sereno y le di un último beso en aquellos labios que había casi destrozado. Que hubieran estado sangrando si estuviera con vida. Sali de aquella obscura habitación llevándome entre los dedos el collar de Itachi y la locura. Esa que me ayudaría a acabar con todo aquel que fue causante de nuestro desenlace. Poco tiempo después obtuve sus ojos, haciéndome con ellos más fuerte. Por muy absurdo que parezca sentía su presencia conmigo, recorriéndome el cuerpo. Y tal como una vez me dijo me aferraría a la vida, pero esta vez no lo haría solo si no con sus ojos. Vería su verdad, lo que por tanto tiempo oculto y que ahora compartía conmigo, aunque la obscuridad se apoderara cada vez mas de mi cuerpo sin importarme las consecuencias.

Cuando la guerra llego a las cinco naciones ninja yo estaba preparado para desquitar mi furia contra esa maldita aldea, pero grande fue mi sorpresa al verlo saltando frente a mí y por un momento pensé que la locura me hacía ver cosas. Al ir tras el pude comprobar que era Itachi, era mi amado hermano. Le exigí explicaciones, tuve el impulso de abrazarlo, de tenerlo solo para mí, pero no hubo tiempo. Él estaba decidido a defender su amada aldea y yo solo quería la verdad de sus labios. Su presencia como muchas otras veces me aturdió, me sentía solo un niño de 8 años otra vez; era como si el tiempo se hubiera detenido para ambos.  Aun estando frente a Kabuto, no me interesaba que tuviéramos a un enemigo al frente porque a mí solo me importaba su presencia. El éxtasis era infinito, la adrenalina me recorría el cuerpo al tener a mi hermano peleando junto a mi hombro con hombro me resultaba casi un sueño, una ilusión de la que jamás quería salir. Una vez que todo termino, escuché de sus labios salir lo que había guardado con recelo todo este tiempo. Me sentí confundido ya era demasiado tarde para regresar atrás. El odio me había consumido, mi amor era tan grande que quería vengarme por haber robado sus años junto a mí, pero al verlo a milímetros de mi rostro me perdí totalmente en sus ojos, esos que no había visto desde su fallecimiento. Baje la mirada a sus finos labios que ahora tenían algo de color y que pronunciaban lo que me dejaba al borde de la vida y la muerte. "TE AMARE POR SIEMPRE". Esas fueron sus palabras que aun ahora puedo escuchar cuando cierro los ojos. Creo al que al final él había vuelto a ganar, me amo más de lo que yo lo amo al él aun cuando es tan profundo que duele. Nada se compararía con todo lo que él hizo porque yo estuviera vivo. Hoy me doy cuenta de todo, de su vida, de su muerte y de que a pesar de eso volvió para recordarme que estaría siempre conmigo, ya no hay nada que buscar porque al cerrar los ojos esas palabras vienen a mi recordándome que jamás estaré solo.

Gracias a él hoy tengo un propósito, ser el Hogake de las sombras. Ese que sería iluminado por la luna y que cuando el sol no estuviera para proteger Konoha, solo su obscuridad podría defenderla.

BIEN ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO, SI TIENEN ALGUN COMENTARIO MALO O BUENO. NO DUDEN EN MANDARME UN REVIEW QUE SE LES AGRADECE Y GRACIAS POR LEERLO!