Niño bonito.

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Desde que era un bebé llamaba la atención de todos por su carismática belleza, pareciéndose mucho a su madre, varias veces lo confundían con una niña o hasta lo halagaban como si fuera una, siendo así hasta que cumplió los seis años, cuando por decisión propia empezó a tener una actitud que daba todo lo contrario a su físico.

Nada de delicadeza como todos creían que era, nada de respeto ni paciencia como todos querían que fuera.

"Te comportas como una niña" la frase que a menudo escuchaba y que lo llevó a tener una actitud "explosiva", según sus padres.

Al cumplir los doce, sus padres lo llevaron a una audición de modelaje, el no tenía idea de que trataba todo eso, solo lo pusieron bonito, lo montaron en los asientos traseros del auto y sin decirle nada se fueron hacia ese lugar lleno de miradas poco inocentes.

Se sentía tan incómodo estar ahí, y se lo hizo saber a su madre, pero ella lo ignoró y solo siguió hablando con un tipo barbudo que no lo dejaba de ver, no le quitaba la mirada de encima, Katsuki tenía mucha incomodidad por eso, pero creyó que no pasaría de ahí, hasta que su madre lo dejó en manos de el.

Tal vez, solo tal vez, si hubiera sabido que ese hombre sería su peor pesadilla más adelante, rompería las reglas que le impusieron sus padres y correría a esconderse.

Una, dos, tres, cuatro y cinco fotografías fueron tomadas ese mismo día, sonriendo, arrodillado, mirando hacia arriba, lamiendo una paleta o sentado en una pelota gigante, con medias hasta sus rosadas rodillas, zapatitos negros, pantalón corto más arriba de sus rodillas, lo hacían sentir tan infantil.

Esa fue su rutina, demasiadas cámaras a su rostro, luz blanca intensa desde arriba hasta los lados, dejó de estudiar y de ver a sus amigos, dejó de ver al lindo niño que vivía en frente de su casa y de jugar hasta el anochecer.

Su rostro salía en todos lados, en revistas infantiles y adultos, en pantallas grandes y en carteles, era la estrella, y en algún momento, eso lo hizo sentir amado, orgulloso de su respingada nariz, labios pequeños, piel lisa y blanca, su cabello rubio cenizo y sobre todo, sus ojos carmesis y puntiagudos.

En la mente de un niño de catorce todo eso fue perfecto, la intensa atención que siempre tenía, era lo que cualquier niño quisiera, si no fuera por los ojos asaltantes que no perdían ningún detalle de el, desde los pies hasta la cabeza. Era observado todos los días, ellos mismos cambiaban su vestimenta y le decían que decir, hablar o comer.

Le retorcieron tanto su vida soñada, que llegó desear desvivirse.

Dejó de llamarse Katsuki Bakugo, ahora se llamaba "niño bonito", o así es como todos se refieren a el, ya no veía a sus padres, nunca supo que estos se habían divorciado porque el padre no estaba seguro de la vida que su pequeño hijo estaba llevando, quiso llevarlo consigo a una mejor vida lejos de tantas cámaras, pero la madre era quien tenía la última palabra.

Dejó de sentirse orgulloso y seguro de si mismo cuando pasaron de miradas a tocamientos en su limpio cuerpo, dejó de sentirse amado cuando le prohibieron hasta respirar o descansar.

Su madre ya no fue su madre cuando esta dejaba que le tomaran fotos de doble sentido para el gusto de los adultos.

Su vida dejó de sonar tan buena cuando todas las noches sentía sus sucias manos acariciar su cuerpo, luego de perforarlo y moldearlo a su gusto.

"Niño bonito" dejó de salir en cámaras y en entrevistas morbosas cuando decidió darse de baja permanentemente. Ya no sentía la belleza que todos hablaban, ya no la podía ver, no después de las veces en la que lo trataban como querían y en las que lo dejaban sucio. O así se sentía.

Su padre lo encontró, descansando en su habitación, recostado en su cama gigante donde entraban más personas, su respiración era tan pausada que ni se sentía, los latidos de su corazón sonaban tan lentos que ni el doctor podía escuchar.

Al final, su padre no está orgulloso de como terminó, tampoco lo está al tener que hablar por el y contar porque se suicidó.

Ahora todos se acusan y buscan el culpable, pero ya sería muy tarde.

Niño bonito.
XXXX / 2024
















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