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—Lan Wangi, más conocido como Hanguang-jun. Siempre fue un chico pacífico e introvertido, realmente nunca hablaba más de lo necesario, ni siquiera con su hermano que era la persona mas cercana a él o eso fue hasta que Wei Wuxian llego a su vida, todo cambio desde que lo vio  por primera vez y nunca lo supe hasta que fue tarde. 

Soltó un suspiro mientras tomaba otro trago de un liquido que sospechaba no era te, pero dejo de importarle despues de tantos tragos.

— ¿Sabes?, cuando era bebe era difícil si quiera que se alejara de mí, siempre fue un niño serio pero de alguna manera no soportaba estar solo en las noches, no dejaba que nadie se acercara a él pero no podia dormir si no lo abrazaba y le cantaba por las noches, no estaba interezado en jugar como los demás niños pero amaba que lo llevara en hombros mientras caminabamos por Caiyi. Supongo que su actitud se debía a la muerte de su madre y la ausencia de su padre, estaba tan destrozado aun cuando no entendía lo que le paso a su madre, espero días afuera del Jianshi con la esperanza que fuera abierta, se culpó todo el tiempo pensando que la había hecho enojar.

No puede evitar querer llorar ante el recuerdo del pequeño arrodillado entre la nieve, era tan solo un niño. 

— Pasaron años antes de comprender que su madre no volvería con nosotros, pero su actitud no cambio, siguió siendo aislado, en cierto punto me preocupaba pero lo deje en paz pensando que con el tiempo mejoraria. Cuando creció y tomo independencia me senti orgulloso pero lo extrañaba demasiado, aun extraño aquellos tiempos a lado de mi sobrino, si nunca hubiera aparecido ese niño insolente jamás se hubiera separado de mi lado. 

Dejo con brusquedad la taza que bebia en la mesa. Lan Qiren trataba con todas sus fuerzas de no empezar a llorar ahi mismo, en frente de un total extraño o que al menos no reconocia, ni siquiera sabe como termino en esta situación pero debia admitir que comenzaba a soltar lo que llevaba guardado años. 

— Era un Lan perfecto, lo críe para que cumpliera las reglas tal y como debe de ser, siempre hacía todo lo que se esperaba de él, fue maestro de todas las artes, su mayor proposito era leer cada libro de la biblioteca e incluso sospecho que memorizo todo, y su nucleo dorado a temprana edad empezaba a igualarse con el de su hermano mayor, un genio en su poca. Todo se arruino cuando llegaron estudiantes de otras sectas. 

Sintió un sabor amargo al pensar en esos dias. 

—El primer encuentro con los Jiang no fue lo mejor, ellos olvidaron su invitación y mi sobrino les negó la entrada hasta el anochecer. 

Solto un suspiro de resignacion. 

— Conozco a mi sobrino, tal vez para los demás fue indiferente, pero el no hubiera actuado de esa manera con otras personas, sospecho que desde el inicio quedo abrumado con esos sentimientos, me duele reconocer que no fueron unilaterales pues durante la estancia de los joventes invitados en Gusu, el que causo mas conmoción fue Wei Wuxian, al inicio para mal, pero con su ingenio se gano a la mayoría de los Lan, con excepcion de uno. Desconozco porque Wanji se negaba a hablar con el, aquella noche que lo encontro con alchol a escondidas paso algo que no nos conto pero que en ese momento no importaba. Lo soprendente fue que mi sobrino que era indiferente con todos por primera vez mostraba emociones, tal vez no de una buena manera, pero en ese momento yo no entendia que para el era un bien, estaba contento de que se empezara a expresar, pero tenia tanto miedo por las emociones negativas en contra del joven wei, en ese entonces pensaba que si no los separaba se volverian enemigos... que equivocado estaba. 

¿Cómo es que seguia bebiendo? ¿De dónde estaba saliendo todo el alchol? No importa, su sabor no es tan malo como pensaba. 

En que estaba... 

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