"Para empezar nunca quise que estuvieras acá" Recostado sin inmutarse lanzó la frase más dolorosa que pudo haber salido de sus labios que hacía unas horas me habían besado apasionadamente.
"Este es mi trabajo, no estoy acá porque quiera estar con vo...
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Me cambié el pantalón de Blas que me quedaba inmenso y me puse uno de lino junto con una baby tee blanca. Al bajar al lobby me encontré con Juani, Mati y su novia.
"Buenas, ¿Hacen algo esta tarde?" Me acerqué a ellos mientras hablaba.
"Hola, si! Vamos a comprar bebidas para la fiestita de esta noche" Respondió Candelaria.
"Ah ¿Van a hacer una joda?" Miré a Juani.
"No" Él se rió. "Hay una a pocas cuadras del hotel". Le entregó su llave al recepcionista.
"Okey los acompaño".
A la vuelta cada uno fuimos a nuestra habitación a cambiarnos para la pequeña fiesta. Mientras me estaba bañando escuché cómo tocaron la puerta de mi habitación pero hice caso omiso, no esperaba que nadie viniera.
Pasaron dos minutos y no tocaron la puerta, su misión ahora era derribarla, golpeaban tan fuerte sin parar que tuve que cerrar la ducha y envolverme en una toalla para salir.
Abrí parcialmente y era Blas. Empujó un poco la puerta y casi me tumba.
"¿Por qué mierda no abrís?" Me levantó la voz.
"Blas literalmente tuve que dejar de ducharme para abrirte la puta puerta" Dije mientras sostenía la toalla alrededor de mi cuerpo, me miró de arriba a abajo y escaneó con sus ojos mi habitación de hotel en silencio.
"Quiero mi pantalón" Le rodé los ojos, recordé la pequeña interacción en el avión, me dirigí a mi maleta y la abrí para sacar la prenda.
Se la aventé, caminé a la puerta para abrirle y que se vaya. Detrás de mi se acercó a la puerta y antes de salir me miró fijo.
"No creas que no te vi rodándome los ojos" Susurró para salir de mi habitación. "Tené cuidado bebé" Gritó por el pasillo mientras se alejaba.
Salimos del hotel con Cande y fuimos escuchando One Direction las pocas cuadras de distancia desde el hotel a la fiesta, para cuando llegamos ya todos estaban ahí, había varias personas a pesar de ser un lugar tan pequeño.
Pasaron unas horas y estábamos todos en ronda. Blas me miraba fijo de vez en cuando, hasta que en un momento se me acerca.
"Aurora, ese vestido corto.." No terminó su frase porque Enzo lo empujó sin querer para tomarme de la cintura y comenzar a bailar.
