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— Quackity, moriría por ti

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— Quackity, moriría por ti. —

Fue una locura para haber sido verdad, admito haber estado ebrio en el momento en el que me llegue a casar con este tipo, en las vegas y por si fuera poco, con Elvis Presley de fondo.

Todavía recuerdo la expresión facial que mostró Foolish cuando llegamos con el anillo en el dedo...

"NO VAN A DURAR, NO SON TAL PARA CUAL-"

Ah, claro... si supiera que ya vamos para el año.

Mis ojos no muestran alguna emoción en específico, solo siento que me he distanciado mucho de él desde que despertamos, pero...

¿Cómo me vas a juzgar?

Ese tipo no le escribe a Wilbur solo porque "quiere saber cómo está."

Quackity estaba metido en su mundo, viendo a través de la ventana, sentado en el sillón mientras me ignoraba...joder, no puedo hablarle cuando está en ese plan.

Y aún así lo haré.

— Alex... —

De un momento a otro me encontraba detrás de él, abrazándolo por debajo de sus brazos y juntando mi cabeza con la suya, besando su mejilla con suavidad.

— Quítate de encima. —

— Alex... —

Me gusta insistirle, cada vez me pegaba más y más a su cuerpo hasta que sentí como me empujaba para no tocarlo.

Ya nos habían advertido sobre peleas como esta... el camino realmente es difícil y más si te dejas guiar por tu falta de confianza.

— Charlie, quítate de encima. —

— No me da por. —

Ya estaba sentado en su regazo, mis brazos alrededor de él mientras me movía levemente para poder ganarme su atención.

— Que te quites, maldita sea. —

Solo siento como caigo de rodillas al suelo, viendo hacia arriba con los ojos cristalizados, no estaba recibiendo lo que quería obtener y eso me molestaba.

— ¡Alex! —

Chillo y hago un leve berrinche, una lágrima se deja caer por mi mejilla para que se compadezca, es estúpido el admitirlo, pero sí.

Estoy llorando porque no me quiere follar.

...

Lo logré.

Sus labios me enloquecían, la manera en la que estos se movían al rededor de mi miembro era suficiente, él es suficiente para satisfacer mis necesidades más grandes.


— Todo, rápido... mm.. —

Suspiro, mis caderas empiezan a moverse inconscientemente, no estaba en mis planes el querer follarle la garganta, pero no me podía resistir más.

Lo escuchaba quejarse y notaba su mirada desde abajo hacia donde mis ojos se encontraban, tengo suerte de que su cabello sea largo, se me facilita el tenerlo abajo y esta es la principal razón por la que amo los orales.

¿Por qué te quitas...? —

Suspiro.

Voltéate. —

No me queda de otra, no me gusta negarme a su palabra, por lo que simplemente le hago caso.

¿Cuánto más te vas a tardar...? —

Me quejo, moviendo un poco mi cuerpo para darle a entender lo que quiero Y necesito en el momento.

Atrévete a quejarte y no te hago nada. —

Me vuelvo a callar, poco a poco lo siento enterrarse en mi interior, nuestros cuerpos haciéndose uno mismo y mi garganta soltando un gruñido de placer y algo de dolor.

Despacio... —

— Tranquilízate. —

Sus dedos recorren mi nuca, me dispongo a gemir contra un cojín y a mover mi cuerpo de la misma manera en la que él lo hace, volteaba a verlo de reojo para ganarme la imagen de su rostro cubierto de sudor y el como sus suspiros eran pesados dado a que estábamos teniendo este encuentro íntimo en este momento.

Las caderas de Alex se movían bien, Alex sabe moverse bien, todo ese movimiento estaba terminando conmigo en ese maldito momento, comenzaba a gritar de puro placer tras sentir y escuchar como sus genitales chocaban con mi cavidad con tanta fuerza, ya no podía con todo eso... maldita sea Quackity...

— m-másss... ¡másssss..! —

— Deja de m-moverte, ya casi llego... —

El movimiento se intensificaba con cada segundo que pasaba, mis gritos eran cada vez más fuertes hasta que sentí una ola de calor en mi interior... solté un grito ahogado y suspiré tras escuchar el gemido que Quackity soltó tras haber terminado... vaya, realmente lo habíamos hecho.


Poco a poco me sentí vacío, Alex cayó detrás de mi y cubrió su rostro con algún otro cojín cercano para poder dar a entender su estado actual...




No puedo decir tanto acerca del tema, no soy el indicado para opinar de algo que pasó debido a una estupidez, pasamos el resto de la tarde juntos... tal y como estaba destinado a pasar.

Ya sé que peleamos por pequeñeces, aún así... el resto es  lo que realmente se disfruta...

 el resto es  lo que realmente se disfruta

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