three

292 43 10
                                    

El avión de Hyunjin había aterrizado hace no más de una hora y ahora se dirigía hasta su casa en ese momento se sentía nostalgico porque llevaba mucho tiempo fuera de casa y regresar lo hacía sentir muy extraño volver a su antiguo hogar lo hacía replantearse muchas cosas especialmente la forma en la que se fue en la como decidió escapar de la realidad en el año que dejo a su primer amor sin ninguna explicación de la noche a la mañana huyendo como un cobarde pero todo tenía una explicación.
Él quería mucho a su ex pero el momento que estaba pasando lo hacía sentirse asfixiado que prefirió terminar con esa tortuga yéndose a otro país y quedarse ahí hasta que se calmara aunque su idea principal siempre fue ir nomás de un año pero las cosas cambiaron y eso se convirtió en siete años.
Sumido en sus pensamientos no se percato de que no faltaba mucho para llegar a la mansión Hwang el reloj marcaban las 9a.m y eso lo hacía sentir mas ansioso porque estaba seguro que a esa hora la única que no estaría despierta psra recibirlo sería su melliza.
Después de unos minutos el auto se estacionó fuera de aquella gran casa siendo recibido por un portón de color negro y dos guardaespaldas en la entrada.

— Buenos días soy Hyunjin, ¿me dan permiso?

Con sus maletas a su lado pregunto amablemente pero solo recibio la desaprobación de ambos uniformados.

— Lo sentimos pero no pueden ingresar nadie que el señor Eunwoo no haya autorizado.

Hyunjin río.

— Muchachos soy el hermano del señor Eunwoo.

Los hombres se miraron entre si dudando de las palabras que decía él.

— ¿Quieren comprobarlo? Puedo llamar a papá o mamá.

Los dos no se inmutaron de lo que escuchaban por parte del alto. Hyunjin comenzaba a enojarse pero se esfumó todo cuando divisó una caballera que se le hacia muy conocida.

— Señor Hyunjin cuanto tiempo sin verlo. — saludó un sorprendido hombre.

— Mucho tiempo sin verte Antuan, ¿como has estado? — el mayor sonrió mientras le daba indicaciones a los otros muchachos.

— Disculpelos apenas e ingresaron ayer.

— Descuida, entiendo que no sepan ni quién soy.

Ni siquiera se habían tomado el tiempo de explicarles que existía un tercer hijo.
Antuan acompaño al pelinegro hasta la entrada poniendose a su disposición para lo que sea que necesitara.
Aquella lucía igual que en su momento y aunque dijeran que olía diferente eso no era cierto porque todo estaba igual a como en el día que se fue.
Comenzó a dar un breve paseó por la planta baja y luego siguió por la segunda encontrandose con algunos juguetes que suponía el que eran del niño del cual Yeji tanto hablaba.
No supo en que momento pero se perdió en el tiempo intentando buscar entre todas las habitaciones y chocó con alguien haciendo que cayera golpeando su trasero y el del desconocido igual.
Hyunjin sintió un leve quejido y se alerto levantándose para ir a donde provenía el sonido y contuvo su respiración al ver quien estaba frente suyo un pecoso con su cabello rubio y unos ojos color miel que lo observaban detenidamente.

— ¿Vas a robarnos o que? — el pequeño rubio frunció su seño.

— ¿Por qué lo haría? Si está es mi casa.

Felix se sorprendió ante lo dicho por el extraño sintiéndose más confundido porque hasta donde tenía entendido solo vivían ellos en aquella casa.

— Pareces sorprendido. — dijo el pelinegro.

— Eres un desconocido y dices que está es tu casa obviamente estoy un poco confundido.

LFCDA | Hyunlix AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora