𝗧𝗵𝗲 𝗚𝗵𝗼𝘀𝘁 𝗼𝗳 𝘁𝗵𝗲 𝗣𝗮𝘀𝘁 / 𝔸𝕞𝕡𝕙𝕚𝕓𝕚𝕒

9.- El Fantasma del Pasado.

Una mirada taciturna admiraba el meláncolico cielo encapotado de los Ángeles. Las espesas nubes grisáceas se desplazaban con pereza esa mañana lúgubre. Sasha no tenía ni la menor idea de cuanto tiempo llevaba parada frente a la ventana. De lo único que sus oídos estaban atentos era de los suaves sollozos de Anne.

Ambas mujeres se encontraban reunidas en la habitación donde dormía Marcy. Ninguna de las dos hubiera querido llegar a los extremos con la artista, pero no les había dejado otra alternativa. Al fin y acabo lo habían hecho por su bienestar.

—¿Realmente hicimos lo correcto? —La decaída voz de la muchacha tailandesa sonó a espaldas de la rubia. Anne estaba sentada en el borde de la cama de Marcy, sosteniendo entre sus manos temblorosas una imagen polaroid de ella y sus dos amigas cuando eran más jóvenes. Algunas lágrimas se deslizaban por sus pómulos, terminando su recorrido en la vieja foto.

Sasha pasó saliva, reflejando una profunda inseguridad.

—Yo... no lo sé. —Se sinceró con el miedo hirviendo en sus entrañas. Tuvo que apretar los puños para que dejaran de temblar. —Hicimos lo que pudimos, pero, al parecer, no había manera de que pudiéramos arreglarlo. —Estaba muy enojada consigo misma por no haber podido cambiar el desalentador destino de Marcy. Siempre había velado por el bienestar de sus amigas, pero esta vez, no pudo hacer nada más que observar y callar. Y eso la exasperaba sobremanera. Aspiró una bocanada de aire para tranquilizarse y volteó con dirección a la morena. —¿Crees que... algún día nos perdone? —Cuestionó, siendo incapaz de lidiar con la angustia de saber que Wu podría odiarlas.

Los ojos de Anne se abrieron de par en par. No sabía cómo responder a esa última pregunta. El miedo a esa posibilidad apareció. ¿El amor de su vida la despreciaría? Sacudió la cabeza, deshaciéndose de esa terrible idea. Estaban refiriéndose a Marcy, la persona más linda y noble que haya conocido jamás. Ella no tendría espacio en su corazón para almacenar sentimientos mezquinos como el odio o el rencor.

—No. —Declaró con certeza. —Ella lo entenderá, estoy segura de eso. Es Marcy después de todo. —Agregó y Sasha le devolvió una sonrisa lánguida.

—Yo también quiero creer eso, Anne. —Susurró, volviendo su mirada hacia el exterior.

Cuando Anne regresó la foto polaroid a su sitio, avistó un cuaderno de singular portada en la cómoda, vagamente escondido debajo de una pila de cómics y libros de arte. No dudó en estirar el brazo para sostenerlo. Sonrió con añoranza y paseó con delicadeza sus dedos por la colorida cubierta repleta de calcomanías. Era el diario de Marcy.

—Ha pasado mucho tiempo desde que vi a Jo por última vez. —Dijo nostálgica, al recordar que ella también había llegado a escribir parte de sus aventuras en él.

—¿Jo? —Inquirió la muchacha rubia con interés.

—Así es, Jo es el nombre que Marcy le puso a su diario. —Explicó Anne, abriendo el cuaderno en una página aleatoria. Una tierna sonrisa apareció en sus labios al leer la forma en que Marcy se expresaba de ella durante la primera vez que se encontraron en Amphibia. Misma página donde declaraba explícitamente que Anne era su chica favorita. Innumerable cantidad de recuerdos agradables la abordaron y las mariposas en su estómago revolotearon. Deslizó las páginas una por una, hasta llegar a la entrada donde mencionaba a Sasha cuando se reunieron en el tercer templo. «Marcy realmente la admira.» Pensó con dulzura.
Guiada por la nostalgia, continuó revisando, pero cuando entrevió la hoja que seguía después de la ochenta y dos, su corazón se detuvo. Notó el papel quemado, el nudo en su garganta se tensó, porque sabía lo que había pasado ese día y no quería rememorar esa desgracia. Cerró de golpe el cuaderno, pero en su lugar, avanzó hasta las últimas dos páginas. —Espera un momento... —La curiosidad nació de súbito. —¿Marcy seguía escribiendo aquí? —Aún le quedaba una página redactada después de lo que aparentemente era su despedida con el diario. Incluso estaba escrita con una tinta diferente a las demás entradas.