capítulo 3

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Años más tarde

Papá cuán agradecida estoy de hoy poder conocer tu historia, cada vez que la escuchó mi pecho se hincha en alegría que no puedo explicar.

Es bonito saber que una persona que creía que no tenía esperanza, pudo conseguirla en sus últimos momentos, conociste a Jesús y tu vida cambió, así como la de muchos otros.

Dejaste un legado, una huella imborrable en la tierra, no pude conocerte, ya que cuando mi madre se enteró de su embarazo, ya no estabas en la tierra, sin embargo seguías vivo en su corazón.

Estoy feliz de poder saber que mi padre sea un hombre que salvo la vida de muchos a pesar que su vida estaba por terminar, amaste sin condición, creíste y tuviste de en todos.

Escuchar que alguien fue cambiado por haberte conocido, es tan hermoso, tus amigos, tu familia, personas del pasado, chicas a las que una vez abandonaste por miedo al compromiso, a los jóvenes de la iglesia y hasta los inconversos.

Te sentiste mal por el daño que le hicistes a otros, perdonaste a tus enemigos, creastes nuevas relaciones, amaste a una mujer de verdad y quítaste la máscara de la falsa felicidad.

Conocer a Jesús fue tu mayor transformación, doy gracias a Jesús por cambiar tu vida como lo ha hecho con millones y conmigo también.

También se que puede hacerlo con muchos aunque sé que sienten miedo, no creen que pueden recibir su perdón, son orgullosos, son etapas que nos impiden alcanzar su gracia, sin embargo el siempre está allí para ti.

Gracias por dejarme está herencia.



Atte: Laura tu hija, te amo papá.

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