Introducción

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Volter acababa de nacer. Lo primero que vió con sus ojitos fue la cara decepcionada de una gallina, o más bien dicho, la cara de su madre. Volter era un huevo, un huevo bronceado, aparentemente un huevo común, si no fuera por el hecho de que era un huevo fallido.

Como bien saben los huevos, su único objetivo en la vida (o "el momento decisivo" como lo llaman ellos) es albergar un pollito, que surgirá de entre su cascara agonizante, para alzarse como el ser que debe ser. Esto da a restultado una gran distinción entre los huevos, y los fallidos son evitados por todos, incluso por sus propias madres, que deben soportar la vergüenza que supone.

En contra de lo que pueda parecer, los huevos son muy religiosos. Dedican su vida a purificar su esencia, que transmiten a sus futuras feneraciones, y una vez han alcanzado la madurez corporal y espiritual, con su forma de ave, son bendecidas por el mesías, o el ave de la papada. E incluso hay un ser superior, que les brinda el alimento que necesitan para vivir, y castiga a los impuros, llevándoselos a los cielos para nunca más regresar.

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⏰ Última actualización: Apr 01 ⏰

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La maldición del huevoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora