❝ Como lazos en tu pelo, mi estómago está hecho un nudo, tienes lo único que quiero. ❞
━━ Lacy.
ㅤㅤㅤ𝐘𝐄𝐓 ┇ Para Lisa, Rosanne era el significado de la perfección, la reencarnación de un ángel y a cada momento que ella la pasa con su mejor amiga, su...
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Domingo.
Lalisa Manobal
¿Otra vez? ¿Tengo que hacer todo esto, de nuevo?
Estoy en esos días donde solo quiero estar tirada en la cama, con un buen libro y sin más que hacer. Reviso mi teléfono, miles de notificaciones de Twitter y webtoon.
Rio suavemente al leer algunos títulos llamativos de dichos tweets. "¿Qué habrá querido decir la autora en esta escena?" "¡Si nos fijamos bien, aquí en este pequeño recuadro hay...!" Y miles de enunciados por el estilo, dejo que la gente especule. Al final, sé cómo acabará.
Desde los catorce tengo esta idea en la cabeza, agregándoles cosas de la realidad que le dan sazón a la historia, que la hacen más humana.
Aunque perder mi tiempo viendo las distintas teorías de las personas que leen mi webtoon es mi pasatiempo favorito un domingo luego de haber publicado el capítulo. A veces son tan rebuscadas las pistas, que me sorprenden lo bueno que son encontrando esos pequeños detalles que en un principio pienso que no le van a dar importancia.
El olor a cigarro invade mi habitación. Olor mañanero. Lo que tengo que soportar por vivir con mi madre.
La amo. A veces me pregunto si ella me querrá de la misma manera en la que lo hizo mi padre.
La puerta resuena en la pequeña habitación.
—¡Pase! —exclamo, mientras tomo un suspiro me cubro con la manta hasta la nariz para evitar que el olor se haga más fuerte.
—Lalisa, iré a tomar con Hyein. Nos vemos mañana —aclara con una sonrisa en su rostro, sus dientes amarillos y negros por el tabaco de todos los días—, ahí tienes la comida.
—¿Para cuántos días?
—¡Lalisa! Sabes que si te digo mañana, es mañana, ¡Por Dios! —Blanquea los ojos, simplemente suspiro y asiento dandole la razón.
Aunque sé que miente, la dejo hacerlo. Sé que no cambia, pero la esperanza está ahí esperando a que algún día se cumpla.
Ella se voltea sin tan siquiera voltearse. La costumbre, supongo. Dejo mi teléfono a un lado para volver a centrar mi vista en el libro. El viejo y el mar, libro que había llamado la atención unos días antes viendo Pinterest, así con frases interesantes y que te invitaban a reflexionar, usualmente mi inspiración para nuevos capítulos.
