El camino para ser feliz [03]

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Asustado?

Si

Nervioso?

Si

Porque?

Era claro ahora mi trabajo estaba en fuego, como esque me atreví a hablar así ahora estoy en un lío como? Pues resultó que aquel chico que le dije que no se fuma además le regañe resultó ser mi jefe resultó ser la persona que está al mando de la empresa y yo ahora estoy temblando porque mi trabajo estaba en fuego y ahora no sabía cómo irme de ahi, miraba cada rato el reloj, porque va TAAAAAN lento, creo que esta jugando una mala pasada conmigo o tal vez el reloj ya esta gastada su pila si eso debe ser.

—Joven Yim el jefe lo llama—oh oh no no porque a mí, porque me reconoció tan visible soy

Se levanto dudoso y con los nervios en las puntas de su cabello con pasos lentos y en su mente deseando que el reloj se arregle o alguien le peñisque de que es solo un maldito sueño pero ya estaba ahí frente a la puerta del jefe trago saliva y con su mano algo dudosa acerca a la puerta golpeando tan despacio para que no pueda ser escuchada pero pareció no ser buena idea porque del otro lado se escuchó "pase" este suspiro por décima vez y ingreso, mostró una sonrisa nerviosa al ver como el Jefe tenía su mirada en el.

—Mu...mucho gusto Jefe—hizo una reverencia cordial

—Ummm así que Yim—dijo para luego mirar el currículum del contrario luego volvió a mirar al joven—veo que eres un trabajador muy empeñoso y muy responsable—

—Ah....—no sabía que decir pero luego reacciono—si si soy así—asintió rápidamente

—Ahora Yim me dirás dónde es eso que se permite fumar—dijo dudoso y levantándose de su asiento mirando al contrario quien su rostro se asombro

—¿Fumar? ¿Lugar?—sonrió nervioso—claro que no dije eso, Jefe tu sabes que no está permitido fumar pues tú también tienes una parte de culpa—lo último lo dijo algo despacio pero fue claramente escuchado

Este sonrió y se acercó al contrario, el pelinegro retrocedió tan lentamente cuando miró que el más alto se acercaba también a el hasta que el contrario sintió la pared alzó su mirada y miró la sonrisa del más alto.

—Bien—se alejo y se sentó nuevamente en su asiento miró al contrario—Trabaja duro Yim—muestra una sonrisa al ver como el contrario aún seguía en algo de shock

Después de un minutos Yim reaccionó y salió rápidamente del lugar sin entender lo que acababa de pasar pero esque sintió su corazón latir tan fuertemente en eso solo se fue hacia su oficina y discretamente miró al jefe que seguía entretenido en sus papeles.

—Raro—dijo y después llevó su vista a su computadora.

[°]

Las flores caían tan lentamente la brisa era tan refrescante que las hojas volaban al compás del viento, el clima era tan a favor que era sombrío pero nada de lluvia, las personas estaban con abrigos, en una de ellas un pequeño niño con una sonrisa tan grande quien llevaba en una de sus manos una bolsa de hojas que había juntado quería darle una sorpresa a su mamá.

Al llegar al picnic donde se encontraba sus padres se sentó a su lado al ver como sus padres se daban de comer, este sonreía cada vez que su papá hacia enojar a su mamá pero de una hermosa forma, su mamá tenía una sonrisa tan bella o eso es lo que le decía su papá.

Su mamá era una persona que siempre se vestía a la moda y a papá le gustaba eso, ambos se amaban o eso creía el porque asi le dijo su papá que amaba a su mamá.

—Yim ven acá cariño—sonrio trayendo a sus manos al pequeño pelinegro quien sin dudarlo este corrió hacia los brazos de ella.

—Uh cariño yo también quiero mi abrazo—dijo el hombre teniendo una cara de cachorro para que pueda también tener el abrazo de su mujer.

—No papi—nego el pequeño niño—mami es mia—hizo un puchero tierno que sacó la sonrisa de ambos

—Ah mira cariño Yim me está negando a mi amada esposa—quejo de broma el padre mientras la contraria sonreía al ver la mini pelea o mini berrinche que su esposo hacia.

—Cariño comportarte como un adulto, Yim no debe mirar esa actitud tuyo—golpea levemente la madre en el hombro del contrario quien sonreía.—yim pequeño tu debes ser una persona decidida, madura y de un hermoso futuro—hablo la mamá mirando y mimando al pequeño

—Escucha a tu madre Yim, nosotros estaremos siempre para ti como la verdadera familia que somos—sonrio mirando al pequeño

¿Verdadera familia que somos?

....

¿La verdadera familia que eran?

....


—Yim—una voz le saco de sus recuerdos y miró al dueño de la voz era Jimmy estaba ahí para que se vayan al trabajo de media noche.

—¿UMM?—dijo al ver a su amigo quien lo llamo

—deja de soñar—acarició su cabello del contrario

—Ya vamos—hablo rápido agarrando su pequeña mochila y ambos salieron de la casa, era una noche muy tranquila y sombría, un poco de aire invadía sus rostro a ambos.

Tomaron el taxi hacia el trabajo como era de costumbre Jimmy le puso auriculares a Yim para que así se distrajera un poco y vaya que tenía razón con las canciones que Jimmy ponía se sentía relajado y con ganas de trabajar.

En 20 minutos habían llegado a su destino ambos bajaron y como siempre era, Jimmy siempre pagaba el taxi el se ofrecía y eso le daba o hacia ahorrar a Yim, ambos se dirigieron hacia los vestidores y se cambiaron, después se despidieron ya que en el trabajo andaban ocupados y no tenían tiempo ni de hablarse, empezó su jornada de trabajo.

Clientes por aquí y clientes por allá, a Yim ya le había gustado el trabajo ya que aquello le daban propina y eso a Yim le ponía muy feliz con esas propinas siquiera le daba el tiempo de poner comer al mes y así no esperar su sueldo de sus trabajos.

Eran la 1 de la mañana y los clientes ya eran ralos el pelinegro se sentó en una de las sillas de espera a acariciar su pierna, por mas que estaba ahí 3 meses no se había acostumbrado todavía el sueño le estaba ya respirando por los párpados y eso le hacia sentir aun más cansado.

—Yim vamos—escucho la voz de su amigo este asintió rápidamente y con ayuda de este pudo caminar un poco más.

Lo demás para Yim fue nulo todo se quedó en un profundo sueño el cansancio le invadía y hasta el dolor fue así.




[°]



Sus ojos aún estaban en aquella computadora tratando de sacar la mayor parte de la información era algo que habia llamado su atención y claro no cualquiera lo hacía, pero este si.

—Dos hermanas—se dijo así misma mirando la pantalla después de aquello no sabía más que investigar ya que parecía que el chico mantenía su vida en privado.

Soltó un leve suspiro y dejó la computadora miró hacia las oficinas y todas estaban vacías, así que se levanto saliendo de ahí se dirigió donde el escritorio del más bajo miró detenidamente aquello y era como todos, con papeles por aquí, algunas notas de recordatorio y un pequeño peluche, este sonrió y por fin salió de aquella empresa se dirigió donde su auto y lo encendió rumbo a su departamento ya estaba cansado.

Al llegar tomo una fría ducha donde su mente y cuerpo pudo estar en paz o eso le hacía sentir a el, salió en bata y tomo un poco de café amargo después de aquello se dirigió donde su habitación se incorporó algunas cremas en el rostro y cuerpo despues de aquello se dispuso a echarse en la cama.

Nuevamente con un suspiro sus ojos iban cerrando poco a poco ya el sueño o cansancio le iba ganando y se volvía cada vez pesado hasta el punto que en unos cinco segundos se quedará en un profundo sueño.

Oh! Mi amado Ceo <TutorYim>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora