TEACHER'S PET

1| El mejor día.

Narrador.

Una tenue luz atravesando su ventana lo despertó. El mejor día de la semana había comenzado (que se note el sarcasmo por favor) un lunes a las seis de la mañana no tenía buena cara, pero era mejor que la cara de Jungkook al despertar a esta hora.

Con su playera olgada color beige y sus pants negros se dirigió al baño. Jeon Jungkook un chico de 17 años, en su segundo año de preparatoria, alto, considerablemente musculoso, cabello color azabache, ojos grandes y brillantes que hipnotizaban a todas las chicas de su escuela. Sin duda alguna ahora se arrepentía profundamente por desvelarse la noche anterior, pues, una película porno lo había dejado demasiado ocupado como para querer dormir, tuvo que resolver un pequeño problema debido a esa película.

Cuando el chico se puso duro debido a los sonidos obscenos que emitían los personajes no tuvo de otra más que el masturbarse, una de las figuras que utilizó como motivación era la de su profesor de química, que aunque no era muy simpático sin duda alguna tenía el mejor rostro y cuerpo de toda la escuela, por no decir de la ciudad.

Jungkook se imaginaba las grandes y largas manos de su Profesor Kim Taehyung alrededor de su miembro, llevándolas desde el inicio de este hasta de la punta a un ritmo constante haciendo que Jungkook sintiera un remolino en su abdomen bajo y finalmente se corriera.

Ahora mismo se tenía que arreglar para ir a su escuela y que su primera clase fuera con su "profesor favorito", el señor Kim, el cual su clase a la primera hora era la peor tortura para cualquier alumno. Cada que veía a alguien entrecerrando un poco los ojos le hacía dar cinco o más vueltas al campo o lo humillaba en frente de toda la clase si tenía suerte, además de poner actividades que requerían demasiada concentración para ser el primer módulo de la semana, todos sabían que solo lo hacía por molestar así que trataban de dar lo mejor de sí en esa clase para que no sepa lo difícil que es para ellos.

Jungkook amaba la materia de química aunque su profesor no era muy de su agrado, pero sin duda para todos era un gran alivio ver ese glorioso rostro a cualquier hora. Con su cabello rubio, su altura, su radiante sonrisa y sus penetrantes ojos cualquier persona podría decir que era el hombre mejor parecido de Corea del Sur. A pesar de que su manera de actuar era muy dura, hacía lo posible para tener paciencia para sus alumnos, aunque no podía negar que de vez en cuando disfrutaba verlos sufrir por las actividades que les asignaba.

Jungkook trataba de hacer lo posible para verse bien pues sabía su posición en la escuela y sabía que algunas maestras soltarían varios suspiros al verlo, pues notaba el como lo miraban y trataban de acercarse a él con la excusa de si comprendía el tema.

Al terminar de arreglarse bajó a la cocina para hacer su desayuno, pero un relajante sonido lo hizo asomarse por la ventana, estaba lloviendo. Jungkook tenía una motocicleta que le habían regalado en su cumpleaños número dieciséis, un extravagante regalo de su padre que intentaba comprar su cariño al no estar con él. una de sus opciones era pedir un Uber pero estaba quebrado, había gastado todo el dinero que le dio su madre en la semana que no estaría, así que iría en su motocicleta con toda la precaución que pueda existir.

Jungkook terminó de desayunar y se dirigió a la cochera donde estaba su motocicleta, alistó sus cosas y salió de su casa. El agua chocaba en su casco y le dificultaba ver el camino pero él iba a una velocidad moderada por lo que estaba seguro. Su motocicleta de pronto comenzó a bajar la velocidad hasta que tuvo que quedarse en la orilla de la calle, se había quedado sin combustible, podía dejar su motocicleta en un estacionamiento pero faltaban aproximadamente dos kilómetros para llegar a su escuela.

Jungkook se sentía presionado, nunca había llegado tarde a su escuela, era demasiado puntual, además de que tenía clase con el Profesor Kim, quien era capaz de bajar su calificación por una falta. Jungkook desesperado soltó un grito de frustración mientras empujaba su motocicleta hacia el estacionamiento del supermercado que estaba a la vuelta de la esquina.