ENCHANTED, J.potter

iv. felicidad temporal

•pasaré por siempre
preguntándome si sabías que estaba encantado de conocerte•

Sintió el calor de sus labios encontrar su mejilla por un segundo antes de desaparecer. La observó con los ojos muy abiertos mientras ella subía rápidamente las escaleras y abría la puerta: "Que tengas una buena noche, James". su suave voz resonó por toda su cabeza.

Sintió que su cuerpo se sonrojaba de calor y sabía muy bien que su cara probablemente estaba roja en ese momento. "Buenas noches, Gracie." Susurró mientras ella cerraba la puerta.

Todavía permaneció congelado en su lugar durante unos minutos, procesando el hecho de que una chica realmente muy bonita acababa de besarle la mejilla. Cuando finalmente recuperó el sentido, sonrió ampliamente y se dio la vuelta, caminando de regreso a su hotel, bailando vertiginosamente mientras caminaba.

Merlín, esta fue probablemente la mejor noche de su vida.

Por otro lado,

Gracie se deslizó por la puerta detrás de ella, con una gran sonrisa en su rostro mientras sentía que todo su rostro ardía.

"Dios mío, no puedo creer que haya hecho eso". Ella chilló, poniendo su rostro sobre sus rodillas, aunque la sonrisa nunca abandonó su rostro.

Después de unos momentos, se levantó y caminó hacia su habitación, se notaba un salto visible en sus pasos.

James Potter era probablemente una de las personas atractivas que había conocido, no sólo eso, era tan jodidamente encantador que le resultaba muy difícil no pensar en él.

Es seguro decir que estaba encantada de conocerlo.

•°•°•°•°

Cuando James llegó a su habitación del hotel, escuchó el sonido del agua corriendo desde el baño y se dio cuenta de que Sirius se estaba duchando. Rápidamente se quitó los zapatos y saltó sobre la cama, con una sonrisa alegre adornando su rostro.

Se quedó mirando el techo liso, con la almohada en los brazos, rememorando la noche que había tenido. Atrapado en su propia ensoñación, no notó que la ducha se cerraba, o que la puerta se abría, revelando a Sirius sin camisa.

Sirius salió del baño, toalla en mano mientras se limpiaba la cara. Notó a James en la cama, mirando al techo con una mirada vidriosa en sus ojos y una amplia sonrisa en su rostro. Le levantó una ceja a su mejor amigo y tomó una camisa de su baúl.

"¿Supongo que te acostaste?" Bromeó Sirius, sacando al chico de sus pensamientos.

"¡Mejor, ella me besó en la mejilla!" James miró hacia él con una sonrisa infantil en su rostro. Esa es la primera vez que una chica que realmente le interesaba lo trataba de esa manera.

Seguro que ha estado en muchas citas antes, muchas aventuras de una noche, que no significaban nada para él, no podía encontrar la forma de interesarse por esas chicas. Luego estaba Lily. La chica por la que había estado suspirando durante cinco años, desde su segundo año en Hogwarts.

Ella lo odiaba a muerte, siempre lanzándole insultos, sin apreciar nunca su excesiva atención y esfuerzo. Le dolió mucho, aunque nunca lo demostró, pero le hizo dudar de sí mismo. Esta era la primera vez que alguien que le interesaba lo trataba bien.

"Hombre, sólo unas pocas horas y estás azotado. ¿Qué pasó con Evans?" Sirius silbó.

La pregunta lo devolvió a la realidad. Reflexionó sobre la cuestión, se había dicho a sí mismo durante todo el verano, que este era el año en el que finalmente iba a conseguir a Lily, pero después de conocer a Gracie, se preguntó si era hora de que finalmente se diera por vencido y encontrara a alguien nuevo.

"Honestamente no lo sé." James suspiró. No podía simplemente dejar a Lily de la noche a la mañana. Aunque, tenía que admitir, en las pocas horas que pasó con Gracie, ni un solo pensamiento sobre Lily cruzó por su mente. ¿Debería tomar eso como una señal?

Bueno, Prongs, creo que es hora de finalmente seguir adelante, quiero decir, ¡vamos! Han pasado 5 años y ella no ha mostrado ninguna señal de interés en ti". - aconsejó Sirius, este era el primer consejo que le había dado a James que era realmente útil.

Eso dejó a James pensando toda la noche.

•La pregunta persistente me mantuvo despierto 2 a. m.,
¿a quién amas?

Me pregunto hasta que esté completamente despierto•

Como siempre, la felicidad fue temporal. Unos días después de conocer al chico de cabello desordenado, el sentimiento de alegría comenzó a desvanecerse. Los demonios en su mente se apoderaron de ella, lo llamaron pensar demasiado.

Ella comenzó a preguntarse si había sido lo correcto besar sus mejillas, cuestionó sus acciones que la hicieron sonrojar.

¿Estaba simplemente siendo un caballero?

¿Estaba simplemente siendo amigable?

¿Fue secuestrado?

¿La iba a olvidar?

Más y más preguntas nublaban su mente y eso la frustraba muchísimo. Como siempre, decidió aprovechar sus frustraciones y escribir canciones.

Su vida era bastante interesante por fuera.

Gracie Jones, cantautora de 17 años que se hizo un nombre hace dos años cuando su primera actuación en las calles llamó la atención de muchos. La reclutaron para una agencia una semana después, y fue entonces cuando se agudizaron sus talentos.

Y ahora, dos años después, se había hecho un nombre después de lanzar dos sencillos y un álbum.

Y ahora, dos años después, se había hecho un nombre después de lanzar dos sencillos y un álbum. A las adolescentes les encantaban sus canciones, era algo con lo que la mayoría de las chicas podían identificarse: el desamor. Incluso muchos chicos eran fans de ella.

Hasta el momento no ha ganado ningún premio, pero soñaba con que algún día podría hacerlo. Aunque cada día su carrera progresaba más que nunca. Sus canciones sonaban en la radio, sus actuaciones y conciertos empezaban a retransmitirse por televisión, era una buena vida.

Pero por dentro tenía una vida bastante normal, pasó por desamores, tiene ansiedad, ve películas y dramas como cualquier otra chica de diecisiete años.

Algo que quería evitar era la angustia, razón por la cual la pregunta todavía persistía en el fondo de su mente, parecía que nunca podría deshacerse de ella. Incluso cuando intentó dormir, sus pensamientos se desviaron.

Hasta el momento no ha ganado ningún premio, pero soñaba con que algún día podría hacerlo. Aunque cada día su carrera progresaba más que nunca. Sus canciones sonaban en la radio, sus actuaciones y conciertos empezaban a retransmitirse por televisión, era una buena vida.

Pero por dentro tenía una vida bastante normal, pasó por desamores, tiene ansiedad, ve películas y dramas como cualquier otra chica de diecisiete años.

Algo que quería evitar era la angustia, razón por la cual la pregunta todavía persistía en el fondo de su mente, parecía que nunca podría deshacerse de ella. Incluso cuando intentó dormir, sus pensamientos se dirigieron al chico.