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8:45 pm.

Félix estaba alistandose para salir a una fiesta junto a Jisung, quien lo había invitado espontáneamente, desde que recibió el último mensaje de él.

Hyunjin aún ni llegaba pero el nerviosismo se apoderó de el una vez que llegó a su casa y no vio a su chico en la sala de estar, sentado en su sillón favorito, viendo su película favorita y comiendo sus dulces favoritos.

-¿Lix? Mi amor, llegué -hablo alto, buscando por el primer piso a su novio, suspiro y algo preocupado subió las escaleras rápido, entrando a su habitación -. ¿Félix? -su preocupación creció más al no verlo.

Un ligero tic apareció en su ojo.

Respiró hondo, tratando de calmarse, analizó la situación y se sintió algo mal, pensó que lo que había era verdad.

La ansiedad empezó a consumirlo, soltó una leve risa, tratando de calmarse, despejó su mente para poder recordar mejor donde pudo haber ido.

Pero en su silencio escucho algo... ¿Y qué era?

Un gemido.

Hyunjin alzó la cabeza, el miedo recorrió todo su cuerpo, pensó en lo peor, conforme fue entrando a su cuarto y dirigiéndose a su baño empezó a temblar, no sabía que hacer, la puerta estaba entreabierta, tomo la perilla lentamente y antes de entrar se quedó helado al darse cuenta de la realidad.

Era Félix, con la ducha abierta, pero no se estaba bañando, más bien, estaba ¿Brincando? Se escuchaba como un chapoteo repetitivo.

Hyunjin temía lo peor, tomo aire y abrió la puerta lentamente, tratando de visualizar mejor que el lo que tenía en frente... Pero al verlo casi se cae de cara.

Era Félix, sujetándose con una mano del vidrio del baño empañado pero dando solo con vista hacía el rubio y su GRAN juguete.

-¿... Félix? -Hyunjin estaba pasmado, su cuerpo de la cintura para arriba estaba tieso, pero el mini Hwang estaba apuntando hacía arriba.

El rubio escucho la voz de su novio y soltó un grito leve del susto, estaba nervioso, el sabía que probablemente ya lo había visto, empezó a maldecir en voz baja mientras trataba de no moverse porque un solo movimiento más y estaría casi cerca de eyacular, así que tenía que ser cuidadoso.

-Hyunjin... Hola, mi amor... -estaba sonriendo, pero por dentro se estaba muriendo de nervios.

-Félix, ¿Estás... Con un dildo? -el ego de Hwang Hyunjin había sido destruido en ese momento.

Hyunjin soltó unas risas, tratando de controlarse, ¿Un puto dildo era mejor que sus perfectos veintisiete centímetros?, si, su ego se fue al suelo en cuestión de segundos, no sabía que hacer, miro hacía abajo y vio su problemita.

"Carajo", pensó.

Soltó una risita y volteó los ojos, una ligera sonrisa ladeada apareció en sus labios, se acercó a la ducha y empujó la puerta de vidrio hacía la izquierda, pidiendo mirar a Félix bien.

Su polla empezó a doler más de solo verlo.

-Ay... Hola, Jinnie -le sonrió, nervioso, fingiendo que no tenía nada dentro y suyo -. ¿Qué pasa, amor? Ehm... ¿Sucede algo?

-No puedo creer que te estés divirtiendo con un jodido dildo en vez de estar cabalgando mi pene, me duele, en serio -fingió estar triste, pero en realidad sólo se encontraba ofendido -. ¿Sabes qué? Sácate eso, pero no es porque vaya a darte tu cosa favorita, quiero... Verte jugando con eso, anda, apresúrate, en dos minutos te quiero en la cama para observar mi película favorita.

⊹₊ ⋆ 𝐑𝐄𝐃 𝐋𝐈𝐆𝐇𝐓𝐒  𖹭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora