¿Qué somos?

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El sol iluminó lo cielos y se colo por las ventanas, anunciando el inicio de un nuevo día. Atsushi se removió al sentir la luz sobre sus ojos y sintió a su lado algo que no parecía ser una almohada. Sin abrir sus ojos tocó la cosa sospechosa a su lado y no fue hasta que sintió el hueso de la clavícula que su cerebro hizo click.

Abrió rápidamente sus ojos y vio al actor japonés favorito en asia durmiendo a su lado, también noto que le dolía la espalda y el cuello pero eso debía ser por haber dormido en el sofá de su sala. 

Lo recuerdos de la noche anterior rápidamente atacaron su mente y se sintió extraño. Por una parte, estaba feliz ¿Y quién no lo estaría? Era su crush de toda la vida con quién había tenido una apasionada sesión de besos la noche anterior y eso solo podía significar ser correspondido, pero por otro lado le preocupaba el futuro y sobretodo sus carreras.

Ambos eran artistas reconocidos con una larga carrera en juego. A diferencia de Atsushi, Akutagawa solo era actor, y las fans coreanas, aunque suelen ser bastante extremas, eran mucho más tranquilas cuando se trataba de un actor y no de un ídolo. El problema era que Atsushi sí era un ídolo, y tanto en Japón como en Corea del Sur, los fans esperaban que sus ídolos fueran 'fieles' a ellos y no tuvieran pareja.

Los shipps estaban bien, pero cuando una pareja se hacía real, entonces el mundo entero colapsaba. Además, en Japón, la pureza de los ídolos era sagrada; en su mayoría, ni siquiera aceptarían que Atsushi ya hubiese dado un beso, sino fuera porque fue para un drama.

Ahora que lo pensaba, Ryuunosuke había sido su primer beso fuera de camaras.

Su teléfono sonó con insistencia y tuvo que se cauteloso al tomarlo, porque no quería despertar a Ryuunosuke.

Era Chuuya quien lo llamaba.

– Buenos días, Chuuya-san. – Saludo.

Yoh, Sushi. – Respondió al otro lado de la línea. – Llamaba a para decirte que el productor quiere que vayamos hoy al set, probablemente no has revisado tus mensajes aún ¿Verdad?

– Como se esperaba de Chuuya-san, tiene toda la razón. – Halago.

Ah y también, sobre mi-mi boda... – Atsushi no necesitaba verlo para saber que Chuuya debía estar sonrojado en ese momento, siempre había sido algo tímido y reservado en esas cosas. – Hoy te daré las invitaciones, será algo pequeño, sin farándula. Solamente familiares y amigos cercanos.

– Agradezco la invitación Chuuya-san, le recordaré que me de la invitación antes de que se le olvide. – Comentó burló.

Ja, Ja, que gracioso ¡Respeta a tus mayores niño! – Se quejó. – Nos vemos luego.

– Hasta luego Chuuya-san. – Se despidió y Chuuya corto la llamada.

Suspiro cuando bajo el celular, si era sincero tenía un poco de envidia de Chuuya. Tal vez si solamente fuera un cantante podría salir con quién quiera, pero él era un Idol, vivía para sus fans y seguía las reglas del mundo de los idols y a pesar de que ya había pasado el tiempo de no citas – cuatro años tras el debut – aún no estaba listo para enfrentar el odio que iba a acarrear si llegara a confirma una relación.

Se sonrojo al notar que estaba pensando mucho en la palabra relación ¡Solo fue un beso! No es como si eso los hiciera una pareja ¿O si?

¿Él quería eso?

Si le preguntaban no le desagradaba, de hecho, despertar con Akutagawa a su lado se sintió como una bendición, se vía tan apuesto cuando dormía profundamente.

Sus pestañas eran bastante largas y bonitas, las puntas de estas terminaban en un color blanco nieve perfecto, al igual que su cabello y sus cejas.

Nunca le había confesado a nadie lo mucho que le gustaba esos lunares capilares de Ryuunosuke, sobretodo porque hacían juego con su propio lunar.

Petits amours - Shin Soukoku [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora