No podía creerlo. Siempre supe que no era bueno, pero esta fue la gota que colmo el vaso. Intenté hacer que mi madre hablara, pero no lo logre. Solo lloró. Cada vez más fuerte. Mis intentos de calmarla eran en vano. Después de un rato, logró contenerse.
-¿Quieres contarme qué pasó o...
-Lo haré, pero promete que no le dirás a tu hermano, no sé como reaccionaria.
-Bueno -sabía que estaba mal, pero quería que hablara- no le dire.
-Gracias. Hoy a la madrugada Mike llegó borracho. Me desperté cuando abrió la puerta de la habitación de un golpe. Él recorría el cuarto con la mirada, como si buscara algo. Cuando me vio, se dirigió a mi. No lo vi bien hasta que se acerco a la cama. Cuando lo mire a los ojos, sabia lo que iba a pasar... y pude -Soltó un suspiro de resignación -. Empezó a desnudarse poco a poco, se tiró a la cama y se giró hacia mi. Me empezó a desnudar a mi tambien, pero, casi como un reflejo, le pegué una patada en su entrepierna —Sonrió, sonrojadeso dándose cuenta de lo que acababa de decir—. Lo dejé soltando palabrotas y me fui a la cocina. Unas horas después, a eso de las ocho, escuché como bajaba por las escaleras y se iba.
—Volvió a la tarde ¿no? Vi cuando estaban... discutiendo —me costaba mucho hablar con mi madre sobre sus peleas con mi padrastro —.
—Si, volvió. No recordaba nada de lo que había sucedido, absolutamente nada —dijo la mujer, indignada—. Fui a verlo y, por primera vez, lo enfrenté. Le dije todo lo que me guarde durante estos meses. Cuando me intentó pegar, lo detuve con ambas manos, pero el me las agarró y me dio una fuerte cachetada. Tu hermano llegó y, al ver esta escena, empezó a golpear a Mike. No quería que nada de esto pasara...
—Está bien, lo entendemos. Pero el no puede volver. Si el se queda, yo me voy
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You saved me
RandomSoy Ann y tengo 16 años. Mi vida es una constante pesadilla. La escuela, mi familia y yo misma. Mis ganas de vivir son pocas, no tengo ningún motivo por el cual seguir aqui. Hasta que apareció el y lo cambio todo