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Taehyung preparaba a su pequeño hijo para sus clases mientras repasaba todas sus tareas del día.

Le había hecho su desayuno favorito ya que el pequeño Byeol tenía mucho miedo de empezar sus clases.

– Y si no me quieren? ─ le preguntaba Byeol a su padre mientras éste terminaba de acomodar su cabello, y soltó una pequeña risa

─ Eres el pequeño más gentil del universo, estoy seguro que tendrás muchos amigos y todos te amarán ─ Byeol le sonrió a su padre, con esa sonrisa tan característica que los destacaba a ambos

Terminaron de prepararse y salieron directo a la escuela, ambos cantando canciones que les gustaban, sobre todo Jazz.

– Papá, ¿se puede ir a una escuela de música? — preguntó Byeol con mucha emoción mirando a su padre

— Claro, cariño, ¿quieres ir a una? Puedo llevarte si quieres — dijo mientras miraba su hijo por el espejo.

Byeol asintió emocionado y Tae sonrió con ternura, a los pocos minutos llegaron a su escuela y se bajaron, Byeol tomaba con fuerza la mano de su padre mientras un pequeño puchero se asomaba en sus labios

Tae notó el nerviosismo en su pequeño, se agachó frente a él y acarició su abultada mejilla mientras le sonreía de forma dulce

— Sé muy amable con todos, aprende mucho, bebé, recuerda que eres muy inteligente, ¿si? — Byeol asintió — y si prometes portarte bien, te llevaré a tomar un helado más tarde — Le extendió su meñique y Byeol lo entrelazó con el suyo muy alegre

— Está bien, papá –- Byeol sonrió otra vez, Tae besó su frente y se levantó

— Te amo, pequeño, mucha suerte — Byeol se adentró a la escuela mientras le lanzaba besitos a su padre y lo saludaba con su manito. Cuando Byeol desapareció de la vista de Tae, este se fue a su trabajo.

Él era dueño de una bonita cafetería, muy conocida en la ciudad y muy agradable para él, aunque no le gustaba el café, amaba sentir su olor y estar en un ambiente tan cálido.

Al llegar, abrió la cafetería, limpió un poco, se puso su delantal y esperó a que la gente llegara.

Como era de costumbre, su primer cliente era su mejor amigo, Jimin, él llegaba con muchas cosas en sus manos y, como siempre, muy estresado.

Parecía haber despertado hace dos minutos, su cabello despeinado y pronunciadas ojeras lo delataban, Tae rió en cuanto lo vió, Jimin solo lo miro con el ceño fruncido y se sentó en la barra poniendo varios libros sobre ésta.

Tae se encargó de preparar lo que Jimin siempre pedía, un Latte de vainilla, mientras el otro se recostaba sobre la barra cerrando sus ojos

— ¿Tuviste una noche loca o algo? — Mencionó Tae mientras terminaba su pedido

— Si con "noche loca" te refieres a estudiar toda la noche, entonces si –- Jimin bostezó y se acomodó el cabello –- la universidad me está matando, creo que voy a dejar la carrera ─ Tae rió, su amigo podía ser bastante pesimista a veces

─ Mimi, comenzaste hace poco, no puedes rendirte ahora ─ le entregó su café a su amigo y se sentó

─Tu deberías estudiar conmigo, sé que te encantaría─ Tae suspiró mientras su amigo tomaba su delicioso Latte

─ Sabes que no puedo, tengo a Byeol, su escuela, el trabajo, no tengo nada de tiempo para el estudio ni aunque lo quisiera ─ Jimin lo miró e hizo un pequeño puchero, Tae le sonrió

─ Pero las clases son durante el horario escolar de Byeol, y puedes contratar a alguien más aquí, de todos modos eres el dueño ─ Tae volvió a soltar un suspiro pesado

Nothing was easy [TaeKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora