𝗔𝗹 𝗰𝗵𝗶𝗹𝗲, 𝗺𝗲 𝗴𝘂𝘀𝘁𝗮 𝗲𝗹 𝗰𝗵𝗶𝗹𝗲 [Alfis×Kolie]

Ojalá Funcione [Primero]

Alfis patea una piedra en su camino con tanta fuerza que sale volando y se pierde entre los árboles a lo lejos.

—Estúpido maestro, estúpida materia, estúpida clase—murmura, presiona con fuerza sus puños, dejando marcas en las palmas de su mano—estúpida mierda ¡agh!—patea nuevamente el pasto con fuerza, despegando un pedazo de tierra.

Tras él Kolie espera pacientemente.

—Alfis...—murmura el peligris, el contrario parece no escuchar el llamado, mientras sus uñas se encajan cada vez más contra sus palmas, enrojeciendo éstas mismas cada vez.

El cosquilleo en las manos de Kolie también se hace presente, sin intención comienza a mover sus manos sin dirección alguna.

—Alfis—llama nuevamente, sus nervios suben cada vez más mientras que el cosquilleo se extiende por todo su cuerpo.

Kolie suspira, tratando de controlar los tics nerviosos. Da un paso hacía adelante, acercándose más a Alfis. Su enojo es facil de notar, en especial por el hecho de que su cuerpo tiemble involuntariamente mientras trata de mantener la compostura.

—Alfis—llama una tercera vez. Sus manos tiemblan frenéticamente, trata de detener los movimientos erráticos usando su propia mano para mantener quieta la otra. Cosa que obviamente no funciona. Toma aire una vez más—Alfis—murmura.

Finalmente el cabellos verdes reacciona a los llamados, girando bruscamente hacía Kolie.

Su estado cambia levemente al notar los temblores de Kolie quién aunque trata de calmarlos se nota que debido a la ansiedad no lo está logrando.

—...Lo siento—relaja la presión ejercida contra sus palmas, la picazón y el dolor se hacen presentes tras él fuerte baje de adrenalina que experimenta.

—Respira—susurra Kolie. Alfis asiente, caminando a pasos lentos hacía Kolie dónde mientras trata de respirar extiende sus manos para tomar las de Kolie.

—Tu también deberías calmarte— susurra. Las manos de Kolie tiemblan levemente ante el tacto, siendo remplazado lentamente por una sonrisa en su rostro—Uno...—murmura, Kolie entiende inhalando lentamente a la par de Alfis—...Dos—ambos expulsan el aire lentamente. Siguiendo esa rutina hasta llegar al número diez, dónde Alfis libera lentamente la mano de Kolie, quién está un poco más tranquilo ahora—¿Estás bien?—pregunta unos segundos después Alfis.

—Sí. ¿Tú?—pregunta.

—Sí. Odio al maestro de comunicación.

—Odias a casi todos los maestros.

—Sí, pero el es especial. En el mal sentido—se queja. Kolie le sonríe, el cosquilleo en su cuerpo a desaparecido completamente.

—Vamos adentro de nuevo—Kolie extiende su mano hacía Alfis quién la toma sin dejar de respirar profundamente para mantener la calma.

—¡Agh!—se queja Alfis, presionando su estómago, Kolie se sobre salta sin saber cómo ayudar.

—¿Estás bien?!—trata de sostenerlo, antes de poder Alfis alza el pulgar tratando de componer su postura.

—Voy a expulsar mi jodida bilis. Estoy genial—afirma.

La expresión de Kolie es ilegible. Dudando entre la preocupación o la risa.

—Bueno...creo que deberías guardar tu bilis. Sí planeas vomitar a alguien ese debería ser al maestro de comunicación—Alfis ríe. Agradeciendo mentalmente el trabajo que hacer Kolie por mantenlo distraído del malestar.

—Sí. Buena idea. Guardaré mi bilis para entregarla como proyecto final al maestro— sonríe. La expresión de Kolie se ilumina, al notar que Alfis se encuentra un poco mejor.

—Me encantaría ver eso—murmura.

Alfis toma la mano de Kolie, sintiendo la punzada en su pecho y estómago desaparecer cada vez más.

Ambos estando más calmados se dirigen en dirección hacía el salón.

Ola y adioz.