Celoso?

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Me encontraba en un código 1 de un coche de importación, ya me estaba cansado, llevaba 20 minutos de persecución y este gilipollas no se la pegaba, así que me empezaba a sentir un poco violento y di luz verde a isidoro a que le diera código besito.

Luego que Isidoro casi lo enviara a otro mundo, el delincuente molesto empezó a insultarnos pero en cuanto me vio cambio toda su esencia.

- Si todos los polis son como tú rubito, que me arresten y me traten mal si quieren - Dijo coqueteando conmigo

- Bueno, tú no estás nada mal, sino fueras delincuente seguro me iría a tomar más de una cerveza contigo - Le contesto coqueteando, que puedo decir, soy un coqueto de naturaleza.

- Gudtabiño, a mi despacho - Escucho por la radio

Joder, estaba viendo mi bodycam de seguro.

Llegando a comisaría le dije a Isidoro que se encargará de empapelar al delincuente pero que no fuera tan malo, me había caído bien (Y además estaba guapo que quieres que te diga).

Me encontraba fuera de la puerta debatiendo si tocarla o no, sabía que se venía una bronca por lo que hice.

Así que toque la puerta y al instante se escuchó, adelante Gustabiño.

Entre a su despacho y estaba en su escritorio viendo algo en la pantalla de su computador.

- Dime, me querías ver - Digo ansioso de su respuesta.

- Si, vi que te gusta coquetar con los delincuentes y pedirles citas - Dijo viendo se reojo.

- No fue así, simplemente estaba bromeando con el criminal, ese mundo tiene algo excitante - Confieso.

Se quedó pensando por un instante y levantó la vista del monitor, inmediatamente se levantó de su asiento y se puso a deambular por su despacho.

Me encontraba más nervioso que cuando nos confesamos que había algo entre nosotros.

- Así que ese mundo te parece excitante Gustabiño? - Dijo con un tono seductor.

- Si así es - Dije en un susurro.

Se acercó tan lento que parecía una tortura, creía que se iba a acercar a besarme pero paso de largo, estaba apunto de recriminarle cuando vi que iba a la puerta a ponerle seguro.

Regrese mi mirada hacia enfrente como un soldado y sentí que estaba detrás mío, respirando en mi nuca, veo como mueve sus manos por mis piernas, llegando a mi cadera, ingreso su mano por debajo de mi camisa y ahogue un gemido por lo frías que estaban.

- Si tú así lo quisieras, podría enseñarte lo excitante de este mundo, como bien sabes yo aún formó parte de él - Dijo susurrando en mi oído.
- Quítate el uniforme y sal de servicio - Ordenó con un tono demandante.

Hice lo que me pidió, salí de servicio, me quite el uniforme quedando en ropa interior solamente.

- Así me gusta Gustabiño, tan obediente como siempre - Dijo amasando mis glúteos y por último dándome una nalgada.

- Siéntate en el escritorio - Tan pronto lo dije obedecí a su orden.

Me encontraba vulnerable y excitado con ganas de más.
Se puso entre mis piernas, me agarró por el mentón e hizo que lo viera.

- Dime quién es tu amo Gustabiño, dime quién es el único que te puede follar ese culo tan hermoso que tienes, dime quien es el único que te puede hacer gemir como un loco, dímelo - Lo dijo acercándose cada vez más a mi boca.

- Tú eres mi amo y señor, tú Freddy Trucazo - Dije en un susurro, no podía hablar de lo tan excitante que estaba resultando la situación.

Dicho esto no necesitábamos más palabras, se acercó a mis labios y me besó ferozmente reclamando mis labios como suyos, mientras nuestras manos estaban ocupadas tocando cada parte de nuestros cuerpos. Me deshice de su ropa tan rápido como pude y nos encontrábamos los dos en ropa en interior.
Freddy bajo su mano por mi cuello apretando un poco haciendome gemir, siguió su recorrido acariciando cada parte de mi abdomen hasta llegar a mi miembro, al llegar ahí empezó a tocarlo por encima del bóxer, haciendo que fuera una tortura y que necesitara más de él.

- Fre-ddy por fa-vor, haz-me tu-yo - Dije entrecortado ahogando gemidos entre sus labios.

Cuando escucho mis palabras automáticamente quito lo último de ropa que quedaba, nos encontrábamos desnudos y más excitados que nunca.

Empezó a masturbarme con su mano, mientras seguía besándome, bajo sus besos por mi cuello hasta mi abdomen y así llegando a su destino final, empezó a meterse mi pene en su boca chupando la punta y lamiendo como si fuera una paleta, yo gemía por el oral tan delicioso que me estaba dando.

Dejando de chuparme el pene me cargó entre sus brazos y así llevándome al sofá que había en su despacho, me puso la espalda contra el sofá quedando el arriba y siguió con los besos, con mi mano libre empecé a masturbarlo, el estaba gimiendo entre mis labios y me parecía muy excitante escuchar sus gruñidos y gemidos a causa mia me parecía un deleite.

Cuando ya no aguantamos más el simplemente tocarnos, Freddy paro bruscamente con los besos y me ordeno que me diera la vuelta y me pusiera en cuatro, temblando, hice caso a su demanda y me puse en cuatro esperando.

Sentí como me nalgueaba hasta que soltaba unas lágrimas por lo duro de las nalgadas y la excitación que estaba sintiendo, pararon las nalgadas y sentía como introducía un dedo después dos y por último tres dedos en mi entrada, iba jugando en mi interior con sus dedos moviendolos de arriba a bajo, moviendolos en círculos, hasta que no pude más y le suplique.

- Por fa-vor ahh, haz-loo fo-lla-me - Dije las palabras como pude.

Sentí que sacó los dedos de mi interior y al odio me susurro, tus deseos son órdenes.
Del tirón siento como en lugar de sus dedos mete su pene en mi entrada, dando estocadas salvajes y duramente, de la sorpresa di un grito que se convirtió en gemido.
Freddy me estaba penetrando tan fuerte que soltaba unas lágrimas de dolor y excitación.
Me estaba penetrando y nalgueando a la vez que no podía más, mi mente estaba nublada por la excitación no veía nada con las lágrimas en mis ojos.

- Ahh me voy a venir - Le digo gimiendo.

- Yo también, hagámoslo juntos - Dijo entre gruñidos.

Luego de unos segundos más sentía como mi líquido salía de mi pene así ensuciando el sofá, al igual que sentía que Freddy había acabado dentro de mí.

Estaba tan cansado por la follada de mi vida, Freddy solamente me dio un beso en uno de mis glúteos y me susurro.

- Prepárate que se viene segundo round. - Dijo riendo perversamente.

Joder este hombre es un semental.

SementalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora