1. 𝐂𝐢𝐮𝐝𝐚𝐝 𝐝𝐞 𝐋𝐚𝐬 𝐋𝐮𝐧𝐚𝐬

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𝐋𝐮𝐢𝐬𝐢𝐚𝐧𝐚 𝟏𝟗𝟗𝟕.

El frío clima de esa noche cubría todo mi cuerpo por cada pasó que daba en aquella oscura callé de Nueva Orleáns, hasta que entramos al edificio y subimos a nuestro departamento.

─ Estoy tan cansada ─dijo mi madre tirándose en el pequeño sillón.

Yo cerre la puerta, dejé mi mochila en uno de los otros sillones y me acerqué a ella para darle un beso en la frente.

─ Acomodare las compras mamá ─caminé hacía la cocina.

─ Me avisas cuando termines.

Musite un "hmm" al regresar por la otra bolsa de compras. Primero fui acomodando las verduras y frutas en la pequeña caja del refrigerador, para después el bote de jugó y la leche arriba de está, y dejé algunas carnés en el congelador, al igual que verduras congeladas que compramos.
Después acomode las otras compras en el sitio que me dijo mi madre en la tienda.

Al terminar, me acerqué a ella y deposité nuevamente un beso en su frente.

─ Ya acabé mamá ─susurre suavemente no muy cerca de su oreja.

Ella de igual forma hizo un "hmm" y se levantó del sillón a duras penas, no sin antes, quitarse sus nuevos zapatos, los cuales me dijo que le molestaron durante todo el día en el trabajo.
Dejé escapar un suspiro y tomé mi mochila con pesadez para llevarla a mi habitación.

Estando ahí, me deshice de aquella ropa que use en la escuela y me coloqué un vestido ligero, para meterme a la ducha.

─ ¡Evangeline! ─llamó en voz alta desde la cocina.

─ ¡Voy madre! ─salí de mi habitación y me fui corriendo a su sitio.─ ¿Pasó algo?

─ Necesito que cortes los tomates rojos, la cebolla, el ajo y las zanahorias en cuadros, pero el ajo, lo cortas en pedacitos más pequeños. ─siguió diciendo mientras lavaba el pollo crudo.

Me limite a asentir y a obedecer su petición como lo frecuento, pero antes me até el cabello en una coleta y después me lave las manos.

Mamá siempre me dice "obedece y respeta a tus mayores, y tendrás el respeto que quieres", de cierta forma creó que tiene la razón pero a la vez no, ya que el respeto no es que sea algo que se gané, sino que es lo que tiene que hacerse y con la crianza que te den, te nacerá por instinto, por lo que por existencia, igual merecerás.

Ella siempre me ha criado desde mi nacimiento, sin el apoyo de alguien, fue solamente ella, y desde que tengo conciencia de la realidad, esa frase siempre recae sobre mi mente cada que tengo que hacer algo mandado por mamá o por otra persona mayor a mí cuando me siento cansada u obligada a obedecer.

Al terminar de cortar los tomates rojos, los eche en un traste hondo que me entregó mi madre hace unos segundos, y así hice con las demás verduras hasta llegar con la cebolla.

─ Diablos, esto sí que arde ─dije para mí misma.

Tratando de que no me escuchará mi madre, seguí maldiciendo a la cebolla, ya que el aroma que desprendía hacía lágrimear mis ojos y no me dejaba ver bien ni tampoco cortar bien la cebolla.

─ Abre los ojos Evangeline, te vas a cortar.

─ No puedo, la cebolla me hace llorar ─solte el cuchillo y me talle un poco los ojos con mi muñeca.

Escuché un suspiro y una leve risita de parte de ella, tomó el cuchillo y la tabla, para echarlo al traste.

─ La verdura ya está, así que ve a bañarte, que empezaré a cocinar.

⁅𝐓𝐄𝐀𝐂𝐇𝐄𝐑'𝐒 𝐏𝐄𝐓⁆ ► ‹𝐉𝐉𝐊𝐅𝐀𝐍𝐅𝐈𝐂𝐒𝐓𝐎𝐑𝐘›Donde viven las historias. Descúbrelo ahora