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El sonido de los zapatos golpear contra el suelo era lo único que se escuchaba en el pasillo del palacio

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El sonido de los zapatos golpear contra el suelo era lo único que se escuchaba en el pasillo del palacio.

—¡Príncipes!

Un grito fuerte, emocionado y entrecortado se escuchó en la habitación, la dama de cabellos celestes recargo sus manos en sus caderas mientras buscaba que el aire volviera a sus pulmones, después de haber corrido sin parar desde la entrada del palacio principal hasta el palacio amatista, Linette se encontraba cansada, aún así, eso no la detuvo de completar su cometido.

Habiendo recuperado el aire que por un momento creyó haber perdido, levanto la vista del suelo para dirigirla hacia las tres importantes figuras que se mostraban delante de ella, ni lenta ni perezosa realizó una perfecta reverencia ante los tres príncipes del imperio, ellos que la habían visto llegar corriendo, como si su vida dependiese de le hicieron un ademan para que prosiguiese con lo que venía a informar.

Claro qué, ellos, realmente no esperaban que aquello que tanto ansiaban, saliera de la boca de la mujer de cabellos celestes en quien tanto confiaban.

Habiendo recobrado una buena compostura y regulando perfectamente su respiración Linette por fin soltó aquello esperado por los tres príncipes del imperio.

—¡El gran Maestro! ¡El príncipe Eros ha regresado!

—¡El gran Maestro! ¡El príncipe Eros ha regresado!

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𝐄𝑹𝑶𝑺●▬▬▬▬▬▬▬▬ 𝙇𝙖𝙨 𝙅𝙤𝙮𝙖𝙨 𝙙𝙚 𝙡𝙖 𝙋𝙧𝙞𝙣𝙘𝙚𝙨𝙖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora