El lobo feroz

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ase un tiempo la pequeña niña de caperuza roja avía tenido que lidiar con el gran y malo lobo feroz, el lobo la engaño, se comió a su abuelita y luego a ella pero un leñador las salvo, ella junto con el leñador llenaron el estómago del lobo con piedras y cuando el lobo quiso tomar algo de agua a un río se callo y se ahogo, pero lo que nadie sabe es que después de eso la pequeña niña revisó el río y por ni un lado encontró al gran y malvado lobo feroz.

Un mes después de el incidente con el lobo.
Caperucita ayudaba a su abuelita a regar las flores.

-regar las flores siempre me llena de alegría! Pero también me deja muy cansada tener que ir de aquí a haya todo el rato, mejor iré a tomar algo refrescante para aliviar mi cansancio.

La pequeña niña de caperuza roja entro a la casa de su abuelita la cual estaba asiendo unas galletas y un jugo de naranja para Caperucita.

-hola, querida ¿Ya terminaste de regar las flores?
-Preguntó la abuela-

-Todavía no, pero cuando tome un poco de jugo podré terminar en un instante
-dijo Caperucita-

-esta bien querida justo te avía preparado un jugo de naranja como te gusta
-dijo la Abuela-

-oh! Muchas gracias, abuelita!
-dijo Caperucita-

La pequeña Caperucita se sirvió un poco de jugo de naranja antes de volver a regar las flores.
Al terminar de regar las flores volvió otra vez a la casa

-abuelita! Ya terminé con las flores!
-dijo Caperucita-

-muy bien querida ¿Me podrías áser un favor?
-pregunto la abuela-

-si! Claro! ¿Que favor?
-pregunto Caperucita-

-pondrías ir al bosque y traerme unos hongos para áser el guiso
-dijo la Abuela-

-E- el bosque??....
-dijo Caperucita...-





Continuará...

Los relatos de caperucita rojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora